Por María Laura Avignolo
Cuando vio al palacio presidencial sellado, Salem Wahdat creyó que había llegado el momento que tanto temía su madre y su familia. Los talibán estaban en las puertas de Kabul y el presidente Ashraf Ghani, para quien él trabajaba, había huido.
Corrió a su casa, puso su documentación en un bolsito de mano, agarró su pasaporte ordinario y el diplomático, no se despidió de su madre y llegó al aeropuerto para tomarse el último avión comercial que salió del aeropuerto de Kabul: un vuelo de Turkish Airlines, que lo dejó en Estambul.
Ni siquiera tenía dinero. Había 3.000 personas esperando en los cajeros desfondados de los bancos.
Este diplomático afgano, de la etnia tadjik, ex cónsul general en Vancouver y traductor de las tropas españolas en Afganistán con su fluido español universitario y de las norteamericanas por su perfecto inglés, salvó su vida.
Pero hoy espera con angustia, en un hotel turco, una visa canadiense para encontrarse con su esposa, con pedido de asilo en Vancouver, y ver a sus dos hijos canadienses. O poder llegar a España, donde trabajó por un contrato con el Ministerio de Defensa en todo Afganistán en la primera línea junto a sus tropas en Qala e Naw, en la provincia de Baghis.
Salem Wahdat, en una imagen con el rey emérito Juan Carlos de España. Foto: gentileza Salem Wahdat.
Hasta tiene una foto en jacket con el rey emérito Juan Carlos, en una comida de gala y un certificado firmado por el coronel Alonso Miranda, su comandante.
Llamadas desesperadas
A pesar de sus intentos, nadie responde a Salem en ninguna de las dos embajadas. Es como si hubiesen perdido la memoria, a pesar de que cuenta con todos los documentos que demuestran su trabajo, sus cartas de recomendación, su contrato con el Ministerio de Defensa español.
Su historia de intérprete de español es la de tantos otros traductores de las fuerzas occidentales, que han quedado atrapados en Kabul, abandonados a su suerte junto a su familia, sin que nadie los socorra o los saque del país aún.
El cree que la mayoría de los que se fueron en los aviones no eran intérpretes sino empleados de las embajadas, amigos de los diplomáticos, “acomodados” , que consiguieron llevarse hasta sus tíos mientras los traductores quedaban abajo, con los talibán buscándolos casa por casa.
La amnistía talibán para los que trabajaron para las fuerzas occidentales es “una farsa para exportación”.
Esta fue su conversación telefónica con Clarín desde Estambul, mientras buscaba desesperadamente que lo contactaran con la embajada canadiense o española para poder seguir su viaje, encontrarse con su esposa y sus cuatro hijos en Canadá y rescatar a su familia en Kabul.
-¿Cómo salió usted de Kabul, cuando el talibán se acercaba a la ciudad?
-Cuando yo me fui al trabajo en el palacio presidencial el sábado (14 de agosto), vi que los oficiales habían sellado y cerrado. Por eso pensaba que iba a pasar algo al día siguiente. Por eso yo fui directamente a mi casa a recoger mis cosas. No tenía mucho tiempo y después, directamente tenía que ir al aeropuerto por la noche. Y me fui en un avión, en medio de la noche, porque el vuelo salió retrasado. Salí desde Kabul hacia Estambul. Pero mi salida no fue fácil porque tenía que usar con un pasaporte ordinario y no el diplomático para que no me reconocieran. Porque no me dejaban salir si sabían que yo era parte del gobierno.
Salem Wahdat (izq. con buzo azul), en Afganistán, meses atrás. Foto: Salem Wahdat
-¿Cómo hizo entonces?
-Por eso tenía que salir con un pasaporte ordinario y, después, entrar en Estambul con un pasaporte diplomático, porque no tenía visado para ir a otro sitio. Sólo con un pasaporte diplomático podía entrar en Irán, Turquía e India. Por eso preferí venirme a Turquía. Porque puedo contactar con la Embajada de España o de Canadá para ir allá.
-¿Con un pasaporte diplomático afgano, usted no puede llegar hasta Canadá?
-Hasta ahora no. Tengo una carta de mi mujer que está allá y también tengo cuatro niños, que tienen nacionalidad canadiense. Y estoy intentando ahora salir de Estambul hacia España y después, el Ministerio de Defensa o Asuntos Exteriores de España, a lo mejor, no sé quién, tienen que ayudarme para salir de allí hacia Canadá.
-¿Y cómo fue su trabajo con los españoles?
-Fui como traductor y fue un poco difícil porque tenía que trabajar en la primera línea, cuando se estaba en la lucha contra el terrorismo en el sur de Afganistán. Pero me ha ayudado a aprender español. Yo estudié desde 2002 hasta 2005 en la Universidad de Kabul, en el Departamento de Lengua y Literatura Española. Fue establecido por los cubanos durante la invasión soviética. Estuvo 20 años cerrado y en 2002 empezaron otra vez las clases de lengua y literatura española. Fuimos seis personas. Ahora pienso que casi cien personas se graduaron.
Un miembro de las fuerzas talibán descansa en Kabul, este sábado. Foto: REUTERS
-¿Qué dejó en Kabul, su mamá, su familia? Usted tiene muchos temores de lo que está pasando en Kabul en esas horas.
-Yo he dejado todo: mi familia, mis amigos. Lo más importante es mi familia, mi madre. Tengo tres hermanas y cuatro hermanos. Están allá y todos por mi culpa, ahora están escondidos. Se han escapado de la casa, porque allí donde yo vivo hace casi 30 años, todos saben que yo trabajé con las Fuerzas Armadas de España, después con las Fuerzas Armadas de los Estados Unido, y después con el gobierno de Afganistán. También casi cuatro años, cuando yo no tenía trabajo, fui traductor de los periodistas, enviados especiales de España o de otros países hispanohablantes en Afganistán.
-¿La situación en Afganistán, a pesar de que los talibán oficialmente han dicho que hay una amnistía, es de tal terror?
-Son mentiras. Solo ayer sacaron 18 personas de sus casas, donde había militares y los oficiales de gobierno en la provincia de Baghis. Los mataron. Y después han dejado los cuerpos, los tiraron al agua. Y también en la provincia de Karazhan mataron a casi 30 personas ayer. Los sacaron de sus casas, los mataron y después los tiraron al río. Están diciendo mentiras.
-¿Están persiguiendo a las familias que trabajaron, que tienen familiares que trabajaron con las fuerzas de seguridad de la OTAN o que trabajaron para los extranjeros?
-Lo que yo sé es que desde el 30 de agosto, que han salido a los Estados Unidos del aeropuerto, los talibanes estaban negociando hasta hoy. Estaban diciendo: “Vamos a perdonar a todo el mundo, todos pueden trabajar”. Pero desde el 30 de agosto hasta ahora están buscando casa por casa a los intérpretes.
“Los sacaron de sus casas, los mataron y después los tiraron al río. (Los talibán) están diciendo mentiras”.
-¿Qué está pasando con los intérpretes que ayudaron a los occidentales en Afganistán?
-Un amigo mío, que fue intérprete para los Estados Unidos, me llamó para decirme que están haciendo eso. Me dijo que tuvo romper o tirar todos los documentos que él había interpretado. Este es el problema. Ahora mismo están buscando casa por casa a los intérpretes, los colaboradores de las fuerzas armadas extranjeras, que ellos piensan que fueron los ocupadoras y los intérpretes fueron como espías.
-En la evacuación, Estados Unidos entregó la lista de intérpretes a los talibán, porque eran los talibán los que recogían a los norteamericanos o a los afganos para llevarlos al aeropuerto. Parece insólito, pero fue así.
-Estados Unidos ha llevado casi a 100 mil personas. Pero yo pienso que esto es mentira. Porque conozco a amigos, que han trabajado 10 años con los Estados Unidos, y hace cuatro años que están esperando para el visado. Cinco años pero están en Kabul. Ellos se han llevado a personas que no son los intérpretes o los colaboradores. No sé quién ha huido con Estados Unidos. Yo pienso que fueron algunas personas en el aeropuerto que llegaron y subieron al avión. Y no los intérpretes. La mayoría, que son los colaboradores y los traductores, se quedaron en Kabul. Por ejemplo España se ha llevado casi 200 personas. Pero yo sé que la mayoría no son los intérpretes o los colaboradores. Son la familia, empleados de la embajada o los amigos de los diplomáticos que había en Kabul.
-¿Usted cree que los intérpretes que aún siguen en Kabul o en Afganistán están en riesgo?
-Aún muchos. Tengo un amigo que trabajaba desde hace 10 años con España y no ha podido llegar al aeropuerto. Lo ha intentado durante casi diez días con sus niños. Trabajó en Irak y en Kabul, en tres sitios con los españoles. Diez años, no uno, dos o tres. Diez años, con operaciones especiales, con los paracaidistas. Pero ahora mismo está en Kabul. No puedo decir su nombre. Pero todos saben que está allí con sus niños. Porque no ha podido llegar. Porque para España, tenías que ir al aeropuerto con un chaleco rojo y después te tenían que llamar. Ahí había dos mil personas con chaleco rojo. No sé quién fue.
-¿Cuál fue el criterio para llevar a unos y dejar a otros?¿ Y especialmente dejar a los intérpretes?
-Fue un fallo de organización de los Estados Unidos, de España y de los otros países. No han podido organizar bien y llevar los que de verdad están en el peligro. Sí se han llevado a algunos. Por ejemplo, 40 por ciento son personas que fueron intérpretes. Pero yo conozco a personas que han enviado sus tíos, sus tías y sus sobrinos, familiares, que no pertenecen a los intérpretes. Algunos trabajaban con España pero ahora están en Kabul. No han podido sacar a sus hijos, a sus hermanos. Pero hay otros que tienen a su primo, su tío, su tía de parte de madre y de parte de padre en España, y tampoco están en España. Ahora están viviendo en otro país.
“Fue un fallo de organización de los Estados Unidos, de España y de los otros países. No han podido organizar bien y llevar los que de verdad están en el peligro”.
-¿Hasta dónde llega el peligro? ¿Hasta dónde los talibanes atacan una familia cuando uno de sus miembros participó, trabajó con los occidentales?
-Yo pienso que no van a perdonar a nadie. Yo sé que en un mes o dos meses, si pasa el tiempo y el mundo se ocupa de otros asuntos, van a cerrar sus ojos hacia Afganistán. Y los talibanes van a empezar a matar, uno por uno, a los familiares. Por ejemplo, los hermanos, hermanas y madres y padres de los intérpretes. También los intérpretes que están en Kabul: 100 por ciento. Yo estoy seguro que los talibanes no los van a perdonar. Los talibanes saben que en estos 20 años, los intérpretes fueron como los ojos, las manos de las fuerzas armadas de los países occidentales en Afganistán. Han ayudado a una coalición internacional contra los talibanes. Y los talibanes no pueden olvidar esto.
-¿ La amnistía Talibán es una amnistía “for export”, pero no real?
-¡Es una mentira, es una mentira!. Los talibanes son un grupo de terroristas. Por ejemplo, los Estados Unidos ha firmado un tratado para escapar, no un tratado de paz. Y ellos han dejado a muchas personas en peligro. Las mujeres han perdido todo. Yo ahora sé que las chicas en Afganistán han perdido todo. Casi no tienen nada: no pueden salir, no pueden estudiar, no pueden ir al trabajo. No tiene ningún derecho. Esto es como matar a 15 millones de personas.
La amnistía “es una mentira. Los talibanes son un grupo de terroristas”.
-¿Usted cree que se ha vuelto a los 90, como cuando ellos reinaban?
-Pienso que mucho más. Han llegado a un punto en el que yo pienso han perdido todo y en 100 años no podremos recuperarlo. Lo hemos perdido todo. Todo lo que hemos ganado en 20 años, lo hemos perdido en 20 horas. Y ahora, la comunidad internacional ha escapado. No pueden decir que han regresado. Todos escaparon. Se escaparon y dejaron al pueblo en manos de los terroristas talibanes.
-¿Los talibán no cambiaron?
-Estaban diciendo que los talibanes han cambiado. Nosotros sabíamos desde hace dos años que ellos no han cambiado: son salvajes, son asesinos. Pero están los mismos ahora. Ahora mismo estoy hablando con usted y diciendo estas cosas, también tengo miedo por mi familia. Otros no pueden hablar, porque si hablas y tienes a tu familia en Kabul, es muy difícil.
“Los talibanes no han cambiado. Son salvajes, son asesinos”.
-¿Usted se siente abandonado tanto por los españoles como por las tropas de los Estados Unidos con los que trabajó?
-Sí, cien por cien, porque si no ellos tendrían que tener una lista de los que los han ayudado. Por ejemplo yo, como trabajé con España y los Estados Unidos, tenía un contrato directamente con el Ministerio de Defensa de España. Por eso no tienen cada día que preguntarme: “¿Quién eres? ¿Dónde has trabajado? Tienes que darme tu contrato. Tenemos que examinar si fuiste o no intérprete”. Porque ellos saben que yo estuve tres años viviendo en el mismo destacamento con las fuerzas armadas de España. Esto no fue por un día, no fue por un mes. Fueron tres años. Y otro amigo que tengo, que ahora está en Kabul, estuvo diez años en el mismo destacamento, durmiendo con los españoles. Ahora le están preguntando: “Quién eres, dónde fuiste y qué trabajo tenías y quién fue tu jefe”. Ellos saben todo. Pero están perdiendo el tiempo para para que tú pierdas la paciencia. Pero esto no va a pasar. Vamos a luchar para conseguir lo que merecemos.
Soldados estadounidenses, durante la caótica evacuación desde Kabul, en una imagen del 21 de agosto. Foto: AP
-¿A usted le sorprende esta negociación de los Estados Unidos con los talibán durante la evacuación?
-Es una vergüenza. No me sorprende lo que están haciendo ahora porque cuando habían estado en Kabul, no habían podido. Ahora como pueden con una negociación sacar personas, esto es muy difícil. Pero yo conozco a los talibanes. Si te dan un salvoconducto para salir desde Kabul, si tienes que ir al aeropuerto, tienes que enseñar tus documentos. ¿Quién eres? ¿Dónde has trabajado? ¿Cómo te llamas? Tienes que tener tus documentos también. Si llegas a España tienes que tener todo tus documentos que prueben que tú fuiste intérprete. Hay un dicho en español: “donde manda capitán , no manda marinero”. Ahora los Estados Unidos ahora están como los marineros. Los talibanes en Kabul son el capitán. Van a hacer lo que quieren.
Crisis humanitaria y negociaciones
-Los países occidentales saben que Afganistán enfrenta una crisis humanitaria mayor en menos de dos semanas. Hay un caos en la ciudad, no hay dinero, no hay comida. Los precios se han triplicado. Por lo tanto, ¿usted cree que esto es un argumento para la negociación con el Talibán? ¿El Talibán va a ceder frente a Occidente o no? ¿O el dinero viene del opio?
-No, hay otra cosa. Por ejemplo, ahora en el mando de los talibanes hay una persona que se llama Haqqani. Él fue responsable de la explosión de bombas cerca de la embajada de Alemania y de los Estados Unidos. Ha matado a más de mil personas; y la otra persona también, que es el que está como el tercero en el mando de los talibanes, estaba buscado por los Estados Unidos desde hace dos años, con una recompensa de 5 millones de dólares vivo o muerto. Y ahora mismo están negociando con esa persona. Están diciendo que “vamos a hablar con él por la ayuda humanitaria para los afganos”, porque “si queremos ayudar a los afganos, tenemos que negociar con ellos”.
-¿Estamos hablando del clan Haqqani?
Si. Son dos hermanos después de la muerte del padre. Estos no son las personas que piensan que el pueblo tiene pan para hoy y hambre para mañana. Ellos piensan que si matan a muchas personas y van al paraíso, para ellos no valen las cosas de este mundo. Ellos piensan que si alguien no tiene algo para comer hoy, en el otro mundo le va a dar algo Dios. Estas son las locuras y las cosas que no sé de dónde han sacado y están empujando al pueblo. Y también los occidentales.
-¿Qué cree que va a ocurrir con esta negociación?
-Yo pienso que en el fin de este drama van a perder su paciencia para negociar con los talibanes. Van a esperar hasta el día que los talibanes o Al Qaeda vayan a atacar otra vez desde Afganistán a un país, o que se va a repetir el mismo ataque del metro en Madrid o el ataque en Nueva York o en París. Y van a volver y a luchar contra los terroristas en Afganistán. Hasta esos días van a estar callados y negociando con los terroristas. Ahora están cambiados. Son mucho más asesinos, mucho más terroristas profesionales. Ahora tienen un negocio de exportación de cocaína desde Afganistán para todo el mundo. Ellos no necesitan el dinero de los Estados Unidos y tampoco piensan por el pueblo. No es importante si el pueblo tiene algo para comer o no.
-¿Existe una posibilidad de rebelión contra esto de parte de la gente o la gente tiene terror a los talibán?
-Pienso que la gente no va a confiar en los talibanes y piensan que ellos son los terroristas. Y este pensamiento del pueblo no va a cambiar. Pero hay una resistencia de los afganos en la provincia de Panjshir. El mundo tiene que ayudar a estas personas, que están en la resistencia. Al mando de ellos está Ahmad Massoud, el hijo del Comandante Massoud en Afganistán. Tienen que ayudarlos, porque por no haber escuchado a su padre, ocurrió el ataque a las Torres Gemelas en los Estados Unidos y también a España y a París. Y ellos ahora tienen por lo menos que escuchar a su hijo.
-¿Por qué?
-Es la única esperanza de los afganos. También yo pienso que es la única esperanza del mundo para llegar a un acuerdo para un gobierno inclusivo, con derechos humanos para las mujeres, para las chicas, para estudiar y también tener un gobierno para responder a todas las necesidades de una sociedad democrática. Con los talibanes, a lo mejor no podemos llegar a este acuerdo. Por eso tienen que ayudar a la resistencia, para conseguir algún día, negociar con estos terroristas.
“En la resistencia por ahora no está la idea de una guerra civil. Pero como yo estuve en el gobierno anterior, he visto que Afganistán es de las tribus y que no se van a unir nunca”.
-¿Usted cree que la resistencia de Massoud puede, más que una guerra civil, buscar moderar o formar un gobierno inclusivo? ¿Licuar el poder conservador y puritano del islam de los talibanes y avanzar hacia cierto consenso?
-A lo mejor yo pienso que en la resistencia por ahora no está la idea de una guerra civil. Pero los talibanes no van a escuchar, porque en su mayoría, casi un 98 por ciento, son pashtún. Las otras tribus de Afganistán no están con ellos y ellos no pueden mantener un gobierno con un pueblo al que no puedan manejar. ¿Se va a dividir en cuantas partes el país ? Los últimos 40 años nos han dado una lección: el pueblo afgano no puede vivir junto. Yo pienso ahora mismo así. Como yo estuve en el gobierno anterior, he visto que Afganistán es de las tribus y que no se van a unir nunca.
-Ciertamente la democracia no es un sistema adaptado al país, lo han mostrado por más de 200 años.
-No hay democracia en Afganistán. Hasta ahora había un gobierno donde vinieron cuatro personas de los Estados Unidos y empujando al pueblo, porque tenían la ayuda de los Estados Unidos. Por ejemplo Ashraf Ghani llevaba viviendo 34 años en los Estados Unidos. Lo han traído como un thinker, pero fue un ladrón en general. Yo trabajé con él.
-¿Usted cree que tenía alguna otra posibilidad el presidente Ghani, que no fuera huir? Porque lo iban a matar, ¿no?
-No, no lo iban a matar porque él escapó dejando el poder para su pueblo, para su tribu pashtún. Por eso él no quería dejar el poder a otros, que ahora están en la resistencia y no quieren al talibán. En los dos años últimos de su gobierno, él ha apoyado a los talibanes por lo que estaba haciendo. Y también al final ha dejado el poder a los talibanes porque son de la misma tribu que es él. Yo estuve trabajando con él. Pero yo pensaba que iban a trabajar para Afganistán, y al final se escaparon. Han abandonado al pueblo. Sí, los Estados Unidos tienen culpa, o España y otros países. Pero en un 95 por ciento, la culpa es nuestra. Porque no hemos hecho nada bien para nuestro país tampoco. A lo mejor el escapó una semana antes que se escaparon las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Porque él ha venido con ellos y ha escapado con ellos.
-A su criterio, ¿por qué llegaron tan rápido a Kabul los talibán y dónde está el ejército afgano? ¿Por qué se esfumó?
-Los enviados de los Estados Unidos para la negociación de la paz siempre estaban hablando con los talibán sobre que ellos iban a venir, que los talibanes tenían que venir. Si tú eres un soldado del ejército afgano y vas a ver que los Estados Unidos está en Qatar con los talibanes, sentados, firmando el acuerdo, le están dando una oficina de política para un grupo terrorista. Y después tú, lo que vas a perder es la moral, no? Y el ejército afgano, durante dos años, ha perdido su moral. Porque los Estados Unidos, los occidentales, han ayudado a los talibanes, un grupo de terroristas, para que cambien su posición como un grupo político.
-¿Este avance talibán se esperaba?
-Todo el pueblo sabía que los talibanes iban a venir. Todo el pueblo estaba hablando, casa por casa, boca a boca, “porque Estados Unidos está ayudando a los talibanes”. El miedo era que Estados Unidos, el día que se fuera, iba a traer a los talibanes a Kabul. Todos lo sabían. Por eso se rompieron todas las organizaciones: desde la seguridad, el ejército o el gobierno. Todos pensaban que Estados Unidos iba a hacer eso.
“El miedo era que Estados Unidos, el día que se fuera, iba a traer a los talibanes a Kabul. Todos lo sabían”.
-Los talibanes, cuando entraron a la base de Bagram y al aeropuerto de Kabul, parecía que habían llegado a una juguetería, con las armas de los Estados Unidos ahí, aunque estuvieran destruidas. ¿Tenían otra opción los países occidentales entre elegir la destrucción del material y la evacuación de la gente?
-Ellos han destruido casi 5 por ciento de sus armas. Pero el 95 por ciento están en manos de los talibanes. Los talibanes tienen muchas más armas y equipos para la guerra que otros países, como Tayikistán, como Turkmenistán. Hay armas que tienen los talibanes que no tiene Ucrania. Esto no significa que los Estados Unidos han destruido todo. Sólo han destruido algunas cosas en el aeropuerto de Kabul o en la base de Bagram. Pero los equipos, los tanques, están en manos de los talibanes. Estaba servido en Afganistán. Ellos han tenido todo. Los talibanes tienen visores nocturnos. Por eso yo pienso que ahora corren mucho peligros los países que están alrededor de Afganistán. Yo creo que fue algo raro, organizado, dejar esas cosas a los malos, a los talibanes.
Combatientes talibanes frente al aeropuerto de Kabul. Foto: EFE
-¿Usted cree que hubo un acuerdo?
-Yo no lo sé, pero el pueblo piensa así. ¿Tú dejas el 95 por ciento de los armas, aviones, tanques para los talibanes? Para mí es raro. Ahora están mucho más equipados que los otros y por eso tienen mucho más poder. Si tienen poder, van a matar a muchas más personas. Si los países que están alrededor no van a hacer nada, van a pagar. Es como alguien que está jugando con fuego.
-¿Usted cree que se puede salir por las rutas hacia los países vecinos, hacia Pakistán, Uzbekistán,Irán, hacia Tayikistán, de alguna manera sin la autorización del Talibán? ¿La gente puede escapar por la montaña, como ha hecho otras veces o es una misión muy riesgosa?
-Por Pakistán e Irán, por ahora el pueblo no puede pasar. Porque ellos han construido unos muros entre Afganistán y Pakistán. Por las montañas sólo pueden pasar los jóvenes, porque las montañas son muy altas. Para los otros que tienen que ir por la frontera oficial, está cerrado. Todos los países han cerrado las fronteras y los aeropuertos ya no funcionan. El pueblo está abandonado y no tiene una vía para escapar. Si algún día van a abrir las fronteras, yo pienso que en un mes, van a salir más de 2 millones de personas. Dicen que van a salir 300 mil personas. Pero yo pienso que van a salir más de 2 millones de personas, porque el pueblo no va a vivir bajo mando de los talibanes. Porque no es el tiempo. No estamos en 1996. Ahora estamos en 2021.
-¿Y ya conocieron la libertad?
-Sí, veinte años. Hemos tenido muchas cosas. Hemos tenido malos gobiernos en Afganistán, que fueron corruptos. Por ejemplo, la sociedad civil de Afganistán y las universidades empezaban de 4 de la mañana hasta las 11 de la noche. Las chicas a las 4 de la mañana salían de sus casas para estudiar y esto no fue por ayuda de los Estados Unidos. El pueblo ha hecho un esfuerzo muy grande. En 20 años, cada día salieron más de 5 millones de niñas de sus casas hacia el colegio. Ahora hace 20 días que no salen de sus casas. Ellas no pueden vivir así.
“El pueblo ha hecho un esfuerzo muy grande. En 20 años, cada día salieron más de 5 millones de niñas de sus casas hacia el colegio. Ahora hace 20 días que no salen de sus casas”.
-¿No van al colegio las niñas?
No.
-En Kabul o en Herat, aparentemente, publicaron una foto donde se veía a las niñas en el colegio.
-Esa es una foto que va a complicar a los talibanes. Pero el pueblo no confía en los talibanes. ¿Cómo puedes enviar a tus hijas que tienen 12 años al colegio donde va a haber talibanes? Ellos están intentando casarse con niñas de 12 años.
Las chicas y los casamientos forzados
-Porque otro problema enorme es la pedofilia en Afganistán, ¿no?
-Por eso. Nadie va a hacer estas cosas con sus hijas. Y también no hay confianza en los terroristas. Por eso el pueblo se va a escapar, por sus niños, por el futuro que no hay.
-¿Nos puede contar cómo es este proceso del casamiento forzado, el hecho de que una niña de 10 años puede ser casada con un señor de 50? ¿Cómo funciona ese mecanismo en la etnia pashtún?
-Los talibanes piensan así. Piensan que si alguien se quiere casar con una niña de 10 años, puede hacerlo. Porque a ellos no les importa que la niña decida, porque la niña no puede decidir. Pero su padre puede cobrar una cantidad de dinero y obligar a su hija a casarse con una persona de más de 50 años o de 60 años. Esto no es religioso: es una cosa que viene de la tribalidad. Pero la interpretación que tienen los talibanes está muy mal. Ellos piensan que un hombre puede casarse con quien quiere, cada uno tiene más de diez o 20 mujeres. Se casan con una unos días y después, la matan y se casan con otra. Y así piensan que el hombre manda.
-¿Por qué cree que piensan así?
-Lo que yo sé es que la peor guerra del mundo, es la guerra en la que uno piensa que está allí por Dios. Y después va a hacer todas las cosas malas y piensa que es por Dios. Matar personas, casarse con 50 personas y con niñas y lo que están haciendo, ellos piensan que lo están haciendo por Dios. Por eso los talibanes están haciendo esto. Y estas cosas son un vergüenza para nuestro país. Por ejemplo al dejar que una niña de 10 años o de 12 años, hasta de 8 años, se case obligatoriamente con alguien que no conoce, de 50 o 60 años. Son cosas de salvajes, no son de una sociedad democrática o desarrollada. Por esas cosas estoy preocupado. Porque las chicas y las mujeres de Afganistán han perdido el 100 por ciento de todo lo adquirido. Ahora van a vivir bajo el mando de los talibanes como animales, no como humanos.
“Las chicas y las mujeres de Afganistán han perdido el 100 por ciento de todo lo adquirido. Ahora van a vivir bajo el mando de los talibanes como animales, no como humanos”.
La huida del presidente Ashraf Ghani
¿Usted sintió que el presidente Ghani fue traicionado por Estados Unidos o dentro del Palacio presidencial existía la convicción de que no podían aguantar muchos meses más hasta que se produjera un ordenado retiro de las fuerzas occidentales? ¿Era casi ridícula esa teoría de los Estados Unidos de que el gobierno iba a resistir?.
-No, el pueblo está preparado para resistir. Pero las autoridades del gobierno, con el presidente Ghani, han traicionado al pueblo, no los Estados Unidos. Él ha hecho esto. Él se escapó. El gobierno ha dejado que los talibanes vinieran y les han dejado las llaves de sus palacios a los talibanes. Después se han subido a los helicópteros y escaparon de Afganistán con 169 millones de dólares.
-¿Qué es lo que usted espera del mundo? ¿Cómo quiere que se ayude a las mujeres, a ustedes, a los que se quedaron y tienen que salir? ¿Qué quiere que haga la gente para ayudarlos?
-Yo pienso que en el mundo no tienen que olvidar que tienen una responsabilidad con la ayuda humanitaria a Afganistán. Porque si van a abandonar a los talibanes, no tienen que abandonar al pueblo y no tienen que abandonar a las mujeres. Tienen que sacar a las chicas que son artistas, que han estudiado mucho y que ahora no pueden hacer nada, se tienen que sentar en una casa. A lo mejor van a perder todo lo que han tenido hasta ahora. Tienen que ayudar a las mujeres y estar en Afganistán activos. En los talibanes yo no tengo confianza. Si van a negociar con los talibanes, a lo mejor les van a decir que sí, pero no van a hacerlo.
-¿Cuál es entonces la salida?
-La única solución ahora es dividir Afganistán en unos cuantos países. Esa es la única y la última solución, porque Afganistán unido no funciona. Los últimos 50 años nos ha enseñado esto. El problema que tiene Afganistán es que gente como Ghani, que ha estudiado en los Estados Unidos y en los ocho años que estuvo como presidente, no ha cambiado su pensamiento. Estaba pensando solo en su tribu, en las personas que hablan la misma lengua y estaban empujando a otros. Había muchos más democráticos que los talibanes, pero estaban empujando y no lo querían. Pero la única solución a esto es que el mundo tiene que ayudar a Afganistán. Tener un sistema federal, como España o como Estados Unidos, o dividir a unos cuantos países y solucionar este problema para siempre.
-¿Usted a qué etnia pertenece?
-Yo soy Tajik. Trabajé hasta el último día con el presidente, pero ahora mismo pienso que el problema de Afganistán no se va a solucionar así. Hay que hacer algo diferente. Por eso pienso que la única solución es esto. Lo van a dividir en cuatro regiones o lo van a dividir en cinco o seis países. Tienen que ser pequeños, pero en paz. No es importante si eres un país muy grande pero estás en guerra civil toda la vida. Que sean países muy pequeños pero en paz.
¿Hay otro aeropuerto desde donde se pueda evacuar a la gente en Afganistán, que no esté destruido como la terminal de Kabul?
-Sí, hay tres aeropuertos que no están destruidos.
-¿O sea que se puede hacer la evacuación desde ahí?
Sí.
París, corresponsal
CB
Fuente Clarin