
Ríos detalló que sufrió diversos episodios de violencia desde “febrero de 2017” que comenzaron poco después de haber ingresado a trabajar en el lugar.
Además, refirió que decidió avanzar con la denuncia porque pese a encontrarse ya con carpeta psiquiátrica se la siguió hostigando y se la llamó para que retire sus pertenencias personales de la oficina que posee.
“Esa fue una situación que ya no soporté”, afirmó al remarcar que se encuentra medicada y llegó a autolesionarse por lo que está viviendo, en medio de ataques de pánico y estrés que no quiere volver a atravesar.
En torno a los actos de violencia de género, si bien resguardó detalles, apuntó que tienen que ver con una “cuestión contra la figura de la mujer, una persecución constante contra la mujer”, pero que “hoy en día ya es contra todos, los ayudantes fiscales, fiscales, contra todos, aunque es tanto el temor que nadie se anima a hablar “.
Ríos recordó que otros dos trabajadores del Ministerio, José Montiel y Agustina Aramayo, ya presentaron denuncias, pero aseguró que “en su momento nos callamos todos y no acompañamos a los colegas por miedo, y ahora es contra todos”.
“No quiero hacer de esto una cuestión política. Quiero que quede claro que mi denuncia es una cuestión pura y exclusivamente de género; ya estoy cansada, soy madre soltera, tengo dos hijos y estoy haciendo todo esto porque quiero ponerle un fin y salvaguardar mi trabajo”, indias Ríos.
La denuncia fue radicada ayer por parte de Ríos, en compañía de sus asesores legales, Jorge Albeza y Martín Palmieri.
La acusación de violencia de género se asoció a “reiteradas situaciones graves, preocupantes y alarmantes de maltratos, insultos, humillaciones, amenazas, coacciones, denuncias”, entre otros, marco en el que se avanzó también en pedir que se ordene el impedimento de contacto personal directo e indirecto.
Fuente Ambito