Los jueces autorizan la cancelación de los cotillones en el País vasco

La incertidumbre se ha mantenido hasta el último momento pero finalmente los jueces han optado esta vez por avalar las restricciones a la hostelería y el ocio nocturno. Por lo tanto, bares, restaurantes y discotecas tendrán que cerrar esta noche sus puertas a la una de la madrugada y no podrán volver a abrir antes de las ocho de la mañana del primer día del año. También continuarán cerradas las barras y en las mesas no podrán juntarse más de diez personas. Los jueces consideran que son medidas «ajustadas a derecho» y proporcionadas para contener la altísima incidencia acumulada, de casi 3.000 puntos según los últimos datos disponibles, que está dejando esta sexta ola. Y esa explosión de casos y la ocupación hospitalaria han sido claves en la decisión de esta mañana. «La decisión recurrida viene motivada por un innegable incremento de los casos de Covid-19 que comienza a tener reflejo en la atención hospitalaria», explican, una situación, que a su juicio «nada tiene que ver» con la del pasado mes de febrero cuando sí aceptaron el recurso contra el cierre total de la hostelería. La sala de lo Contencioso-Administrativo entiende que el razonamiento de los hosteleros, que tachaban las medidas de «desproporcionadas», no son suficientes para adoptar las medidas cautelares que solicitaban. Además, creen que no era necesario, como esgrimían los hosteleros, recurrir a una autorización judicial previa al tratarse de restricciones «que no afectan a derechos fundamentales». El tribunal, presidido por el juez Luis Garrido, tampoco está de acuerdo con que el cierre de la hostelería cause el «daño irreparable» que argumenta el sector. La sala considera en su auto que no hay «principio de prueba» que justifique que algunos locales se vean abocados a cerrar por el posible perjuicio causado por las restricciones. De hecho, consideran que el daño causado será únicamente «de naturaleza económica» y por lo tanto, si finalmente al analizar el recurso dan la razón a los hosteleros, se podría paliar con la imposición de indemnizaciones.
Fuente ABC