
La firma de un nuevo consenso fiscal entre el presidente Alberto Fernández y 23 provincias fue motivo de encendidos debates en los últimos tiempos.
Nuevamente, como ya es una tradiciĂłn en el abordaje de las polĂticas pĂşblicas en la Argentina, hubo poco análisis econĂłmico y mucho oportunismo.
El documento que se firmó constituye la cuarta adenda (una todos los años) sobre el pacto firmado original firmado en el año 2017 durante el gobierno de Cambiemos.
ÂżQuĂ© proponĂan los distintos pactos fiscales?
- El pacto fiscal de 2017, contemplaba como medida más importante, fijar un cronograma comprometiendo la reducciĂłn gradual de las alĂcuotas del Impuesto sobre los Ingresos Brutos y el Impuesto a los Sellos. Se trataba de una decisiĂłn muy importante porque, por un lado, son dos impuestos con impactos muy negativos sobre el desenvolvimiento de la econĂłmica. Pero, por el otro, constituyen para las provincias (especialmente las más grandes) una muy importante fuente de financiamiento.
- El pacto fiscal firmado en diciembre de 2021, eleva los topes para las alĂcuotas de Ingresos Brutos – es decir, se frena la reducciĂłn de alĂcuotas- y habilita la creaciĂłn de un impuesto a la herencia.
SegĂşn el análisis del Instituto de Desarrollo Social Argentino (IDESA) el esquema original se inspira en la lĂłgica del “gradualismo”, partiendo del supuesto de que la economĂa crecerĂa en los años subsiguientes, las ganancias de recaudaciĂłn que generarĂa el crecimiento permitirĂa compensar el impacto negativo de la baja de alĂcuota.
Las provincias no se desfinanciarĂan porque la reducciĂłn de impuestos se compensa por los efectos positivos sobre la recaudaciĂłn del crecimiento econĂłmico.
No obstante, la realidad es que la economĂa no creciĂł y, por lo tanto, se tuvieron que firmar las adendas suspendiendo el cronograma de reducciĂłn. El estancamiento econĂłmico justificĂł la firma de las cuatro adendas (dos con el actual gobierno, dos en el gobierno de cambiemos) suspendiendo la aplicaciĂłn del cronograma de reducciĂłn de alĂcuotas, y finalmente un nuevo pacto fiscal que permite topes mayores.
¿Error de diseño o mala suerte con la instrumentación? “Analizando con objetividad el principal problema es la inconsistencia en el diseño. Por un lado, se asume el diagnóstico de que la Argentina no podrá crecer mientras mantenga un sistema tributario tan complejo y distorsivo. Pero por el otro, se plantea una baja de impuestos supeditado a que la económica crezca”, según el documento de IDESA.
Advierte el mismo informe: “Como era previsible la econĂłmica no creciĂł y, por lo tanto, se fueron sucediendo las firmas de adendas para suspender la baja. El fracaso del consenso era previsible porque se sostenĂa en un supuesto (que la economĂa crecerĂa) que era contradictorio con el diagnostico de partida (la econĂłmica no puede crecer con el actual sistema tributario)“.
El nuevo pacto fiscal directamente asume este fracaso, permitiendo a algunas provincias incluso subir impuestos.
En tal contexto, IDESA concluye: “La principal lecciĂłn que deja esta experiencia es que no hay atajos que permitan eludir un ordenamiento integral del sistema tributario en el que se involucren los tres niveles de gobierno. Es cierto que se trata de un desafĂo muy complejo que demanda mucha innovaciĂłn, profesionalismo y audacia. Pero, no abordarlo implicará seguir acumulando frustraciones como las derivadas del Consenso Fiscal“.
Fuente Mendoza Today