Nelson Valente: Si hago un racconto pienso que viajé y trabajé en España, tuve covid, volví y lo cierto es que en pandemia trabajé, así que estoy agradecido. Más allá de la angustia natural, fue y es un logro. Reponemos ahora “Díganlo con mímica” con la incorporación de Eugenia Guerty en lugar de Iliana Calabró y eso necesariamente transforma. Porque cuando se reconfigura el elenco y se cambia un actor aparecen cosas nuevas. Cada actor trae lo suyo, su propuesta, y eso modifica todo el sistema.
P.: Además vuelve el domingo al Picadero con dos obras.
N.V.: Si, lo llamamos entre nosotros los domingos de Valente, con “Sólo llamé para decirte que te amo”, que hizo gira por Barcelona y volverá allí en octubre, y “El loco y la camisa” en su temporada número 13.
P.: ¿Qué otros proyectos tiene?
N.V.: Estoy ensayando una adaptación de “Ricardo III” de Mariano Saba sobre la obra de Shakespeare que estrenamos en el Callejón en febrero. Esta versión transcurre en un pueblo en la provincia de Buenos Aires y tiene como locación un depósito de herrería, que fue fábrica de cuchillas y está trasladada a una familia contemporánea. Y en marzo estreno “Los perros”, que ya pasó por Barcelona y llega con la versión local.
P.: ¿Cómo es este “Ricardo III” en una cuchillería?
N.V.: La historia se desarrolla en lo que un momento fue una fábrica y queda en manos de tres hermanos. Hace eje en el tema del mal. Ricardo III siempre fue el arquetipo del malo y psicópata, y la obra reflexiona sobre si hay que encasillar a estos personajes en el mal o si son síntoma de una sociedad. Son eso a través de lo que el mal se expresa. Estos personajes en rigor sacan lo malo que hay en cada uno de nosotros
P.: ¿De qué trata “Los perros”?
N.V.: En el cumpleaños de 40 de una mujer, mientras viaja en subte tiene un encuentro inesperado con un vagabundo. Al llegar a su casa la esperan su marido y suegros con una fiesta sorpresa y esa noche tiene una epifanía en la que se pregunta si la vida que lleva es la que quiere. Esto hace que explote el sistema familiar en una comedia que, como todas mis comedias, termina mal. En Barcelona el teatro argentino está bien visto, sorprende en especial la actuación, por la naturalidad, el público resalta eso, que se los invita a meterse dentro de la obra, a creerse lo que está pasando, y eso es mérito de los actores.
P.: ¿Sintió el cuello de botella de muchas obras a la espera de sala?
N.V.: Yo no tuve problema para encontrar sala pero siento que es un momento en que hay que aguantar este escalón hasta que pase la ola de contagios. Estamos todos igual, es difícil llevar público en este momento porque la gente se asusta, pero de a poco irá aflojando. La temporada va a arrancar en algún momento.
P.: ¿Cómo ve la escena comercial que sólo admite comedias ligeras y no se anima a temas más complejos?
N.V.: “Los perros” en realidad mantiene un equilibrio porque es un tema difícil pero tratado con humor, después el que quiere profundizar un poco más puede hacerlo. Fui a ver “Precoz” al independiente y es también un drama duro, pero el público sale encantado y la obra funciona. Y es cierto que no encontró espacio en el comercial y creo que es un poco un prejuicio de los productores. O tal vez el público vaya predispuesto a ver ese tipo de material.