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El vicesecretario general de Cs, Edmundo Bal, ha afirmado este miércoles que estas elecciones en Castilla y León «las ha convocado la corrupción, las ha convocado un juez que ha llamado a declarar al presidente y al gerente del PP de Salamanca por el presunto amaño de las elecciones Primarias de Mañueco». Además, de ser unas elecciones donde priman los intereses de partido, junto «a los intereses personales de Casado», ha valorado. Bal, que respaldó la candidatura de Cs Segovia a las Cortes Regionales, ha señalado que denuncian «toda la corrupción» y que «el PP es genéticamente corrupto». En su intervención ante los candidatos de Cs Segovia a las Cortes Regionales y los dirigentes del partido en la provincia, Bal ha dicho que, aunque les «dan por muertos», el resto de partidos no van a poder acabar con ellos y que el 13 de febrero se acabarán haciendo la foto de los entrenadores de fútbol, la de los que están «cuestionados y luego ganan un partido importante» y será «un chitón, no habéis podido con nosotros». Bal ha asegurado que la formación naranja tiene «talento» y que sabe «gobernar» además de ser «honestos» y pelear contra la corrupción. «Somos exigentes con nosotros mismos pero también le exigimos a quien quiera gobernar con nosotros que tiene que estar limpio, que no puede ser corrupto», ha detallado, recoge Ical. Cargas contra el PP
Edmundo Bal ha insistido en que «no hay corrupción buena y corrupción mala. La del partido contrario y la mía es disculpable». Por eso, ellos no tienen ninguna y «nos duran cinco segundos cuando los corruptos quieren contar con nosotros», para remarcar que son «un partido limpio». Bal también acusó a Casado de hacer «populismo barato», porque defiende una financiación para Castilla y León que va en contra de los intereses de Valencia, y luego el presidente del PP va a Valencia y dice otra cosa. «Nosotros decimos lo mismo en todas partes porque somos gente seria». Edmundo Bal ha dedicado la primera parte de su alocución a contar su estrecha vinculación a la provincia de Segovia, como un madrileño más que encuentra en un pueblo su segunda residencia, concretamente en Duruelo, donde tiene claro que está muy integrado, para ir al bar a tomar unas cervezas al único bar y encargar un buen lechazo asado. Pero lo que nunca hace es «hacerse fotos con vacas», llevando «mocasines» como Pablo Casado y Pablo Montesinos.
Fuente ABC
