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La Diputación de Barcelona pondrá cajeros automáticos en los municipios de la provincia con menos de 5.000 habitantes que han visto cerrar sus sucursales bancarias locales, en el marco de un proyecto contra la exclusión financiera al que destinará un millón de euros anuales y que iniciará en 60 localidades.
Así lo ha explicado este miércoles en una rueda de prensa el diputado de Innovación, Gobiernos Locales y Cohesión Territorial de la Diputación de Barcelona, Josep Arimany, que ha asegurado que la cifra inicial de 60 localidades “puede aumentar durante los próximos años”.
La partida presupuestaria que la entidad supramunicipal dedicará al proyecto también “variará en función de las características de los servicios instalados”, ha señalado.
El diputado ha explicado que “con la pandemia se ha acentuado la brecha digital” y que la desaparición de las sucursales “ha afectado mucho a generaciones que no están familiarizadas con las nuevas tecnologías”, por lo que el proyecto se enmarca en una voluntad “de cohesión social”.
Las autoridades provinciales también esperan que los ayuntamientos ofrezcan sus instalaciones municipales para albergar los cajeros, “porque siempre habría un trabajador o funcionario que podría ayudar al usuario de edad avanzada que lo necesite”, ha señalado.
La Diputación buscará “acuerdos viables” con las entidades financieras en relación con las comisiones que pudieran aplicar.
Fuente El Confidencial
