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«Solo conocemos la punta del iceberg de las relaciones que mantienen el Gobierno de Pedro Sánchez con el régimen de Nicolás Maduro», dice Álvaro Nieto. Buen conocedor de los grandes escándalos que desbrozan las oscuras vinculaciones entre el chavismo y los dos partidos que integran el Ejecutivo español (PSOE y Unidas Podemos), el director de ‘The Objective’ publica ‘Conexión Caracas-Moncloa’ (Ediciones B, 2022), donde recopila el trabajo periodístico del que era su equipo de redacción. —¿Cuán de profundas son esas relaciones entre el chavismo y el Gobierno de España? —Son unas relaciones mucho más estables y fuertes de lo que imaginamos. A raíz de estos dos escándalos, hemos podido reconstruir los lazos entre el PSOE y el chavismo, que se inician ya con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con la relación entre José Bono (ministro de Defensa en ese momento) y Hugo Chávez. Entremedias también está el nombramiento de Raúl Morodo como embajador de España en Venezuela (envuelto en un caso de corrupción y blanqueo de capitales). —Zapatero, un hombre clave… —Así es. Es el asesor principal que tiene el Gobierno de Sánchez en materia venezolana. Esto es así, sobre todo, desde el 20 de enero de 2020. —¿Qué pasó ese día? —Esa noche, se encuentran en el aeropuerto de Barajas el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta venezolana , Delcy Rodríguez. Tres días más tarde, en ‘Vozpópuli’ publicamos la información: que se reunieron, que intercambiaron documentación y que Delcy llegó con 40 maletas que no pasaron ningún control en el aeropuerto y que al día siguiente no volvieron. —¿Detalles de esa conversación? —Hay dos incógnitas sin resolver de ese día. La primera es de lo que hablaron en el aeropuerto. No lo sabemos. Estuvieron bastantes minutos, eso sí, y algo importante debieron de tratar porque desde ese momento, las relaciones España-Venezuela pegan un vuelco. Fíjate que hasta ese momento, con el que por entonces era ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, se habían mantenido unas relaciones muy parecidas a las de los demás países europeos y continuistas del Gobierno de Mariano Rajoy. Pero una vez que Borrell sale del Ejecutivo, ya con Arancha González Laya, hay cambios significativos. «Zapatero, como asesor principal del Gobierno sobre Venezuela, es el hombre clave en las relaciones» —¿De mayor complicidad con el régimen chavista? —Sin duda. Por ejemplo, la semana siguiente del ‘Delcygate’, Sánchez se negó a recibir a Juan Guaidó en su gira por Europa;el Gobierno destituye al embajador español en Caracas y lo defenestra y a continuación el Gobierno invita a Leopoldo López a abandonar la embajada española donde llevaba alojado varios meses por motivos de seguridad. Además, cuando López huye de Venezuela y llega a España, nadie del Gobierno es capaz de recibirle. Es decir, hubo un héroe de la resistencia antichavista que estuvo protegido por nosotros y ni siquiera tuvo el recibimiento que merecía por parte del Gobierno de España. —En el libro, enumera las veces en las que Ábalos cambió de versión. —Mintió hasta en 10 ocasiones. Algo suficiente para haberlo destituido. Pero aquí Ábalos solo fue un enviado de Pedro Sánchez. Yo creo que el cese de Ábalos en julio de 2021 viene más motivado por el escandaloso rescate a la aerolínea Plus Ultra. Aquí hay hechos de los que el presidente del Gobierno no está informado. «Joe Biden no hace caso a Sánchez por su relación con un sátrapa (Maduro) y sus círculos con Podemos» —El rescate a Plus Ultra es la otra gran conexión entre Moncloa y Caracas de la que habla en el libro. —Es evidente que el Gobierno rescató a esta aerolínea con alguna intención y de manera irregular. Quizás buscó que no nos diéramos cuenta, pero el rescate nos alarmó por lo cuantioso y porque se estaba cometiendo una injusticia. Se estaba utilizando un dinero que era para ayudar a empresas estratégicas que por la pandemia se habían visto afectadas, pero Plus Ultra en ningún momento llegó a dar beneficios y tiene unos lazos muy profundos con el chavismo. Los hechos apuntan a que el Gobierno estaba interesado en este rescate, porque hay que recordar que de los informes que se usaron para el rescate de la aerolínea, dos se hicieron desde organismos dependientes del departamento de Ábalos. —Conociendo estos datos, ¿en qué beneficia esta relación tan estrecha con un régimen dictatorial a España? —Realmente en nada, sino todo lo contrario, pero es evidente que algo esconden. Solo hay que ver la relación que tiene el Gobierno de España con la Administración estadounidense. Sánchez pensaba que con la salida de Donald Trump y la llegada de Joe Biden cambiaría su relación con Washington, pero no ha cambiado nada. Biden sigue sin hacer caso a Sánchez y eso es porque no se fía de él, entre otras cosas por su postura con Venezuela y sus relaciones con un sátrapa (Maduro), y sus círculos con Podemos. Que el Gobierno de España se reúna con la vicepresidenta de un país sancionado internacionalmente y que comete a diario crímenes fuera de España escandaliza muchísimo.
Fuente ABC
