
Con relación al monitoreo del IIF, la entidad da cuenta que lo ocurrido en marzo pasado refleja la “rotación del mercado”. En realidad, algo ya venía advirtiendo cuando publicó semanas atrás un informe, firmado por Robin Brooks y Jonathan Fortun, “Global Macro Views: A Realignment in Global Capital Flows” donde con el título dejaban en claro que había realineamiento en los flujos globales de capital. En dicha oportunidad, Brooks y Fortun, señalaron que algo muy inusual estaba sucediendo en los flujos de capital global hacia los mercados emergentes: China está viendo grandes flujos de salida en nuestro seguimiento de flujos diarios de alta frecuencia, y estos flujos de salida comenzaron después de que Rusia invadiera Ucrania a fines de febrero. Las salidas de China en la escala y la intensidad que estamos viendo no tienen precedentes, especialmente porque no estamos viendo salidas similares del resto de los mercados emergentes. Es demasiado pronto para decir si las salidas de China representan un cambio estructural, pero el momento de las salidas sugiere que la invasión de Ucrania por parte de Rusia puede estar jugando un papel, dando a los inversores extranjeros una pausa y haciéndolos ver a China bajo una nueva luz.
Selectivos
Ya con las nuevas estimaciones de marzo pasado en mano, el monitoreo de los flujos de capitales del IIF afirma que la inversión extranjera en acciones y bonos de mercados emergentes ha sufrido durante el primer trimestre del año. “Vemos inversores con mayor sensibilidad al riesgo a medida que aumenta la ansiedad por los eventos geopolíticos, las condiciones monetarias más estrictas, el aumento de la inflación y los temores de que muchas economías no se recuperen lo suficientemente rápido de la pandemia”, explica Fortun quien agrega que, en general, el primer trimestre del año ha visto a los inversores ser más selectivos. Con relación al caso chino recuerda que el gigante asiático ha sido una constante en la dinámica de los flujos de capital de los últimos años, al experimentar entradas constantes a medida que los inversores extranjeros aumentaban su exposición, incluso a través de shocks específicos de China, como los aranceles de EE.UU. y las primeras etapas de covid. “Sin embargo, el mes pasado, nuestro rastreador muestra un importante episodio de salida que golpea más fuerte a China, esta es una dinámica sin precedentes que sugiere una rotación del mercado”, explica Fortun. Una de las razones por las que los flujos de capital hacia China han sido tan estables en los últimos años es que los inversores extranjeros tenían poca exposición, en contraste con muchos otros mercados emergentes. Sin embargo, este mes el rastreador del IIF muestra salidas tanto de bonos chinos (u$s11.200 millones) como de acciones (u$s6.300 millones). Por el contrario, la deuda de mercados emergentes fuera de China atrajo u$s8.200 millones, y la renta variable de mercados emergentes, excluida China, mostró salidas marginales de u$s400 millones.
“Si bien es prematuro sacar conclusiones definitivas, el momento de las salidas de China sugiere que los inversores extranjeros pueden estar reevaluando su exposición y podría comenzar a tomar forma una rotación en las preferencias”, advierte el IIF. “En el futuro, vemos una mayor volatilidad en la dinámica de los flujos, ya que algunos países han tocado fondo y podrían beneficiarse potencialmente de precios más altos de las materias primas, pero también pueden estar muy expuestos a factores de riesgo”, agrega.
Fuente Ambito