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La red social aclaró de inmediato que el atacante había publicado estas advertencias como parte de la mensajería privada de Facebook y, por lo tanto, los mensajes no se descubrieron hasta después de la tragedia.
Según Abbott, Salvador Ramos, de 18 años, publicó sucesivamente mensajes advirtiendo que iba a dispararle a su abuela, luego otro especificando que ya lo había hecho.
“El tercer mensaje, probablemente menos de 15 minutos antes de llegar a la escuela, decía: ‘Voy a abrir fuego en una escuela primaria'”, especificó Abbott en una conferencia de prensa.
Ramos, un estudiante de secundaria que terminó siendo abatido por la policía, utilizó un rifle de asalto, un arma extremadamente letal, agregó el gobernador.
Facebook está “cooperando plenamente” con la policía que investiga la matanza, dijo Andy Stone, portavoz de la empresa matriz de Facebook, Meta.
La abuela del francotirador de Texas sobrevivió al ataque y llamó a la Policía
La abuela de Ramos fue la primera en observar las intenciones del adolescente ya que, previo a dirigirse hacia la escuela, le disparó en la cara. Pese a la gravedad del hecho, la mujer sobrevivió y se contactó con la policía.
Abbott dio detalles del ataque del martes: “Lo primero que pasó fue que el pistolero le disparó a su abuela en la cara”. “Ella contactó entonces a la policía. El joven armado huyó y, mientras huía, tuvo un accidente (vehicular) justo afuera de la escuela primaria y corrió hacia la escuela”, señaló en declaraciones.
Los oficiales acudieron al llamado y se encontraron con Ramos en la puerta de la escuela. Allí se enfrentaron a tiros. “El pistolero luego entró por una puerta trasera y recorrió dos pasillos cortos, y luego entró en un salón de clases en el lado izquierdo”, precisó Abbott.
El sujeto se atrincheró en un salón de clases de cuarto grado, dijeron las autoridades, y mató a 19 estudiantes y dos maestras antes de que un soldado estadounidense le disparara, dijo Abbott. Otras 17 personas sufrieron lesiones.
Las publicaciones de Facebook fueron la única advertencia de la masacre, dijo Abbott, y agregó que Ramos no parecía tener antecedentes penales ni registros de problemas de salud mental.
Ramos compró dos rifles y cientos de municiones días antes del ataque, informaron varios medios, citando a un senador estatal que había sido informado por la policía.
El ataque, que ocurrió 10 días después de que un supremacista blanco disparó contra 13 personas en un supermercado de Buffalo, en Nueva York, ha reavivado el debate sobre las leyes que permiten portar armas en Estados Unidos.
Fuente Ambito
