LA HABANA, Cuba. — El preso político Ramón Pérez Conde, conocido como Moncho Pérez, se encuentra plantado en huelga de hambre en la prisión de Valle Grande, en reclamo a la injusta condena de 12 años de privación de libertad que recibió recientemente por el supuesto delito de propaganda enemiga.
Moncho Pérez declaró a CubaNet a través de una conversación telefónica que la sentencia dictaminada por el Tribunal Provincial Popular de La Habana es una injusticia y que con la huelga de hambre espera salir en libertad pues no ha cometido ningún delito.
“Sé que cuando me plante voy a pasar por un proceso difícil, pero es mejor morir parado que arrodillado, porque no es fácil llevar la vida que se está llevando en este país. Sé que voy a sufrir un poco con esto, pero del susto se sale una vez, como dice el dicho”, expresó el activista de Embajada Cívica Cubana.
En septiembre del pasado año, Moncho se declaró en huelga de hambre y estuvo 46 días bajo esa condición. Cuando su salud empezó a agravar fue ingresado en el Hospital General Docente Enrique Cabrera Cossío, conocido como el Nacional.
Sobre esa ocasión relata que estuvo 46 días en inanición voluntaria y que en el Nacional lo esposaron a una cama y le pusieron un split (aire acondicionado) de cinco toneladas que distribuía aire frío justo encima de él.
“Esa gente (agentes de la Seguridad del Estado) venían y hablaban conmigo para que me desplantara, los gritos míos se oían altísimo. Estuve mal, pero nunca me pasaron un suero ni nada”, confesó el opositor.
Moncho Pérez pide a todo el que está involucrado en la causa de la libertad de Cuba que “se ponga fuerte porque con la dictadura no se dialoga y uno no se debe doblegar nunca”.
Al opositor lo condenaron por realizar “dos transmisiones en vivo en Facebook en las que estimulaba e “incitaba a los ciudadanos a salir a las calles para pronunciarse en contra del Estado”, según expresa el acta de la sentencia.
El documento manifiesta, además, que Moncho Pérez fue juzgado y condenado a 12 años porque “sus acciones (hacer directas) van en contra de los derechos de los demás ciudadanos”.
Mientras, Moncho asegura desde Valle Grande que lo han sentenciado por su manera de pensar.
“Me condenan porque me gusta decir la verdad y el hombre que no pueda decir la verdad vive preso de su pensamiento”, sentenció.
Recientemente, su madre Ana María Conde Alemán, declaró a CubaNet no estar de acuerdo con la sentencia y cree que su larga condena se debe también a que el opositor “no se calla y denuncia todo lo que está pasando en la prisión”.
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Fuente Cubanet.org