Según informó El Tribuno de Salta, el hombre, asustado por las llamadas intimidatorias de un supuesto comisario de la Policía Federal, le envió en tres tandas 80.000 pesos a través de un Rapipago, mientras que, luego de recibir la transferencia, el extorsionador o estafador le dijo que ya no se preocupara y que borrara todos los chats con la joven ya que “el asunto” estaba cerrado definitivamente.
Días después, el sujeto lo volvió a llamar para exigirle la misma cantidad de dinero “para pagar sus servicios” y los de una sargento, pero el jubilado ya no tenía ese dinero y decidió hacer la denuncia policial debido a que, además, recibe amenazas diariamente y en la misma expuso los audios recibidos para que otras personas mayores no caigan en ese juego”.
El relato del hombre que denuncia la estafa
“Todo comenzó el domingo 3 de julio. Había almorzado y me tomé un vinito y estaba acostado, era la siesta. Ahí por Facebook me contacta una tal Agustina P. Comencé a chatear y me comentó sobre su sufrida vida, que su familia no la comprendía y que estaba sola y desesperada por cambiar de aire”, reveló al citado medio salteño.
Asimismo, añadió: “Me preguntó mi edad, si vivía solo, si tenía con qué solventar mis necesidades, si estaba bien económicamente y cosas muy sencillas. Me enganchó su humildad, su desesperación y enseguida me dice que le mande mi número de WhatsApp. Tengo casi setenta años, vivo prácticamente solo y nunca me había pasado algo así. No desconfié de nada”.
“Me dijo tantas cosas que quedé así como sin entender y casi de inmediato me manda un video donde se muestra como Eva. Ahí perdí la conciencia. Al instante me envió otro video más atrevido aún, y tras cartón otro como una bomba nuclear. Luego me pregunta si la veía bella y yo le dije que sí y ahí sin dejarme pensar me pide un videito mío, que le muestre cómo soy y caí. Le mandé lo que hay… y me dijo que era perfecto”, relató.
En tanto, relató: “Dos días después, recibo una llamada de un tal comisario diciéndome que tenía una denuncia por diversos delitos sexuales, corrupción de menores y que sé yo. Reconozco me asusté, no sabía qué hacer. A las horas me vuelve a llamar y dice que él podía arreglar el asunto, ya que la familia de la tal Agustina P. con un poco de dinero levantaba todo y volví a caer, así le mandé 11.000 pesos a un número de cuenta que me lo dictaba cuando llegaba a la caja. Luego me exigió más y le envié de la misma manera 19.000 pesos más y luego de decenas de llamadas extorsivas le mandé 50.000 pesos”.
“Pasaron unos días y ahora volvió llamar y a exigirme 80.000 pesos más por su trabajo y para pagarle a una sargento que había ayudado, según él, pero no tengo más dinero y tampoco puedo vivir así extorsionado una y otra vez. Así que con toda mi amargura y arrepentimiento decidí hacer pública mi historia para que no vuelva a ocurrir, sobre todo con gente grande como yo, que no sabe en qué se mete en las redes sociales. Es mi deseo que la gente escuche parte de los audios que recibí, porque de esa manera podrán evitar ser víctimas de esta gente, que me dejó en la ruina, sin dinero para seguir viviendo”, reflexionó.
Fuente Ambito