
Lo que impulsó la conexión masiva, instantánea y monetizable entre los estudios y el público se desarrolló gracias a una innovación de la internet: las redes sociales. En constante evolución desde la llegada de Facebook, la dinámica de las redes sigue siendo una estrategia de marketing y publicidad indispensable. Pero estos últimos años Hollywood experimentó su costado oscuro: los fans no son dóciles y un puñado de descontentos pueden frustrar una campaña con blogs, Facebook y Twitter. Hollywood ha aprendido a caminar con pies de plomo. Resultará interesante ver qué ocurre con la próxima serie de Amazon Prime, The Lord of the Rings: The Rings of Power, que ha generado bastante publicidad negativa estos días porque lo políticamente correcto desplaza la originalidad de Tolkien.
Desplazamiento
La pandemia de 2020 aceleró la crisis latente en los estudios tradicionales –Warner, Paramount, Sony, Disney, Fox- que resultó en la aparición de un nuevo modelo económico, el de las plataformas digitales que distribuyen y exhiben “contenidos”, y que desde unos años también lo producen, por encargo o compra. Entre otros cambios radicales, los grandes estudios han organizado sus propias plataformas, en una lucha por conseguir suscripciones. El modelo de vender entradas de cine, DVD y BluRay ha quedado perimido, y ahora el desafío es persuadir y retener suscriptores.
A raíz de este fenómeno, el Comic Con 2022 acaba de entrar en su tercera etapa: por primera vez, no hay presencia de los estudios, con anticipos, estrellas e interacción espontánea con los “fans” (fuerza inmanejable e imprevisible). Su lugar lo ocuparon –empapelando de publicidad toda la ciudad- Netflix, AppleTV+, Amazon Prime y las plataformas de los estudios: Disney+, Paramount+, Fox, y unidades semi-independientes como Hulu y HBO Max. Dominaron Comic Con y, por ende, la conversación en las redes.
El gran ganador siguió siendo Marvel, demostrando su capacidad para adaptarse al costado narrativo y económico del nuevo paisaje. Cortejó a los fans en el enorme Hall H – 6.000 espectadores que hicieron más de 24 horas de cola– con un espectáculo de super nivel tecnológico, brindando la experiencia de estar “dentro” de su mundo imaginario. Ken Feige, el presidente de Marvel Studios, anunció los dos próximos films de los Avengers, y las nuevas series para televisión y plataformas. El plan de Marvel se concentra en otro anglicismo, el “multiverso”. Asomados desde el cielo de las historietas, Lee y Kirby estarán saboreando la continuidad de sus ideas y creaciones.
Particularmente fuerte resultó la presencia de Apple TV+, en paneles y activaciones. Busca consolidar la imagen de un jugador con perfil propio, diferente de Netflix y Disney, con programación original y de gran calidad: Severance, Invasion, See, Mystic Quest y For All Mankind. Los “teaser trailers”, que anticipan la próxima temporada suscitaron estentóreos aplausos.
Como siempre, los paneles fueron interesantes y variados; un número sustancioso resultó muy “woke”, concesión a la atmósfera ideológica “progre” que prevalece en la industria del entretenimiento en Estados Unidos. Uno de los más cálidos fue el homenaje a Stan Lee en su centenario. Participante habitual de Comic Con –su última aparición fue en 2017, un año antes de morir, en un panel de historietas mexicanas–, Lee representa, quizás como ningún otro, el nexo entre lo viejo y lo nuevo en la cultura popular nortemericana y global.
Una nota final: la participación de una profesional argentina, Julieta Rey del Castillo, en un panel con expertos en locaciones. Hija de emigrantes establecidos en Miami y Atlanta en los años noventa, Julieta, de 32 años, nacida en Mar del Plata, trabaja en cine y televisión como manager de locaciones, en proyectos para Marvel, los más recientes Ms. Marvel y Black Panther 2: Wakanda Forever. “Esfuerzo y oportunidad”, señaló la breve charla mantenida con ella, al final del panel.