Con salarios de hasta medio millón de pesos mensuales, los dirigentes sociales, la mayoría de ellas vinculados al kirchnerismo, se alejan cada día más de sus seguidores y forman una elite propia. Todos cobran en el estado, aunque ante las cámaras pregonan doctrinas maoístas.
Los piqueteros, como fenómeno político, surgieron durante los últimos cinco años de la década del 90, como una respuesta a las políticas neoliberales del gobierno de turno. Con el correr de los años, se fueron instalando en la realidad argentina hasta transformarse, de acuerdo a quien lo mire, en una fuerza de choque, un grupo de presión o, simplemente, una constante molestia para aquellos que quieren transitar por la Capital Federal.
Aliado del gobierno kirchnerista, la principal organización piquetera en la actualidad es la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). La aspiración del pintoresco grupo, conformado por la alianza entre el Movimiento Evita, el MTR La Dignidad y el Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE), es el de transformarse en una suerte de CGT para los trabajadores informales.
Cercana a Cristina Fernández de Kirchner, la CTEP es comandada por su secretario general, Esteban “Gringo” Castro, quien ha aprovechado al máximo sus lazos con el arco político. En efecto, Castro actualmente cobra un salario de 301.563 pesos mensuales en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires.
En el mismo esquema, se encuentran el movimiento Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa. Esta última, de tendencia maoísta, es un desprendimiento del Partido Comunista Revolucionario. El líder de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, también cobra un salario del estado. Actualmente, se encuentra percibiendo unos 517.193 pesos mensuales del ministerio de Salud de la Nación.
Barrios de Pie se dividió años atrás, luego de una polémica alianza de la organización con el arco político opositor. En este esquema, la variante a Menéndez está encabezada por Silvia Saravia, quien cobra unos 108.441 pesos mensuales en la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado.
Saravia se unió al Polo Obrero, cuyo líder es el siempre polémico Eduardo Belliboni, quien a pesar de haber asegurado que ya no se encontraba más en la nómina de pago del estado, sigue recibiendo la suma de 91.887 pesos en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El conjunto de piqueteros afines al gobierno de la tríada compuesta por Alberto Fernández, Sergio Massa y Cristina Fernández de Kirchner se completa con el titular del Frente Trabajo y Dignidad Milagro Sala, Alejandro “Coco” Garfagnini. A pesar de haber perdido terreno político desde la detención de Milagro Sala, el líder de la organización y habitante de Balvanera continúa cobrando 90.705 pesos en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires.
A pesar de las doctrinas maoístas que aseguran seguir a rajatabla, de las ropas ajadas y las marchas “junto al pueblo”, del vocabulario callejero y las banderas de CFK y el “Che” Guevara, los líderes piqueteros continúan perteneciendo a una elite económica que poco y nada se asemeja a las realidades de sus dirigidos.
Fuente Realpolitik