
MAR DEL PLATA.- Aun cuando el feriado más el asueto que alcanza a la administración pública dan forma a otro feriado extra largo, el movimiento turístico en esta jornada de Nochebuena es sostenido pero tranquilo, a tono con la tibia demanda de alojamiento que se había advertido durante el transcurso de esta semana.
La mayoría de los pedidos en rubro hotelería e inmobiliaria se enfocan en vísperas de Año Nuevo, ya con decisión de instalarse aquí y extender permanencia durante enero, período pico de esta temporada que todavía vive entre insinuaciones e incertidumbre.
La pandemia y el repunte de los contagios, en particular en esta ciudad, sumaron más inquietud sobre lo que pueda deparar este esperado período que de la mano de los viajeros significa poner en marcha uno de los más poderosos motores que tiene la economía local y de la región: el turismo.
A los que se animan los espera un escenario más que propicio para descansar y disfrutar del mar: desde hace tres días la costa vive jornadas muy soleadas y calurosas, con temperaturas que tienen extremos de más de 30 grados.
Según datos suministrados por Aubasa, la empresa concesionaria de las rutas 2 y 11 y demás que conducen a las principales localidades balnearias bonaerenses, el tránsito vehicular en sentido a la costa era moderado durante esta mañana.
Reforzar la seguridad
En la estación de peaje de Samborombón, previo al desvío que lleva a las playas que se extienden entre San Clemente del Tuyú y Mar Chiquita, circulaban hasta las 10 a razón de 800 vehículos por hora. Lejos de los hasta 2400 que se mueven en algún momento pico.
En el caso de Maipú, paso obligado para los que viajan hasta Mar del Plata o siguen para empalmar la ruta 88 hacia Necochea y otros balnearios del sur, el ritmo a la misma hora era de 400 automotores. En ruta 11 pasaban 700 vehículos por hora, siempre en sentido a la costa.

Fuentes de Aubasa advirtieron que en estas semanas previas al movimiento turístico más importante se realizaron algunas mejoras de mantenimiento a efectos de reforzar la seguridad vial. Además de despejar banquina, que habían estado cubiertas por pastizales, se instalaron algunas tachas reflectivas para facilitar señalización y cartelería para que los automovilistas puedan tener mejor información sobre el recorrido y desvíos.
Hasta el momento los destinos de playa de la costa atlántica trabajan con una ocupación de hotelería muy moderada. Sí se advierte en varias de estas localidades una fuerte presencia de propietarios, que tras las restricciones durante el período de aislamiento social de estos últimos meses se instalaron en sus viviendas, en parte para el habitual mantenimiento y en varios casos ya para quedarse a vacacionar.
Operadores del mercado reconocen que la demanda todavía es muy baja. Las reservas logradas a la fecha, según distintas fuentes, apenas superan el 30% de las que existían a misma época del año pasado.
La situación sanitaria alteró entonces la dinámica vacacional y entre los distintos prestadores existe mucha preocupación sobre lo que pueda resultar en estos próximos meses, más aún cuando asoma un rebrote y se multiplican los casos de coronavirus.