El papa emérito Benedicto XVI, quien renunció a su pontificado el 28 de febrero de 2013, llegó este lunes a los 2.874 días alejado de su cargo de obispo de Roma, uno más de los que estuvo como pontífice.
Joseph Ratzinger, de 93 años, vive recluido en un monasterio dentro de los jardines vaticanos desde su renuncia al pontificado y solo salió de Italia en junio pasado para visitar en Alemania a su hermano Georg, quien estaba enfermo y falleció días después.
Desde su renuncia, grupos conservadores han buscado oponer la figura del papa emérito con la del papa Francisco, aunque Bergoglio ha remarcado más de una vez la “continuidad” entre los dos pontificados.
“Me enfado cuando dicen que Benedicto es un conservador, ¡Benedicto era un revolucionario!”, planteó incluso el pontífice argentino sobre el papa emérito en un pasaje del libro entrevista “Terrafutura” redactado con el escritor y gastrónomo italiano, Carlo Petrini, fundador de “Slow Food” y publicado en septiembre.
De todos modos, la salud física del papa emérito “se ha debilitado bastante” en los últimos meses, según reveló a inicios de año en una entrevista su secretario personal, Georg Gainswein.