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En la previa a las elecciones internas del radicalismo bonaerense, Gerardo Morales y Ernesto Sanz respaldaron al candidato por el oficialismo Maximiliano Abad y lanzaron fuertes críticas a Gustavo Posse -el postulante rival- y Martín Lousteau, impulsor de esa lista que buscará aprovechar el envión del resultado mejor al esperado de su sector en Córdoba, una derrota por pocos puntos frente a la estructura partidaria encabezada por Mario Negri y Ramón Mestre.
“A nosotros nos gusta, donde hay dos radicales hay una interna siempre”, aceptó el gobernador de Jujuy en el hotel NH del centro porteño, en una reunión de la que también participaron María Luisa Storani y Miguel Bazze, y en la que principalmente Morales cruzó con dureza dos de los ejes de sus rivales durante los actos de campaña: Posse y Lousteau se enfocaron en cuestionar el “seguidismo” del oficialismo bonaerense con el PRO y en la necesidad de “recuperar la vocación” de poder.
“Cuando apareció el radicalismo K quedamos pocos y nos tocó caminar y cuidar el partido. Tuvimos varias luchas con Ernesto (Sanz) en el Senado, la 125 entre otras”, arrancó Morales con un dardo para el ex ministro de Economía. “Lousteau es nuevo, bienvenido, pero el que pergeña la estrategia es (Coti) Nosiglia, que tiene una concepción capitalina del partido”, siguió el mandatario de Jujuy.
“Los candidatos son Maxi Abad y Gustavo Posse, que gobierna hace 22 años y no deja de ser la expresión de un feudo autoritario. Me molesta que se plantee desde allí una renovación”, aseguró luego Morales, y refutó el discurso de los rivales: “Nosotros también estamos en condiciones de hablar de gestión. Gobernar San Isidro es como gobernar Ginebra”.
Como parte de la estrategia de no volver a ser “furgón de cola” como en 2015 con Mauricio Macri, Morales y Sanz aseguraron que el radicalismo tendrá sus candidatos para 2023. El jujeño incluyó a Patricia Bullrich como aspirante a la presidencia por el PRO, además de Horacio Rodríguez Larreta: contó que la ex ministra de Seguridad le pidió visitar su provincia con ese objetivo, y adelantó que él también dará pelea en ese sentido: “Yo me anoto. Alfredo (Cornejo) va a ser candidato y me gustaría que Mario Negri también”. Incluso lanzaron como idea armar una interna de la UCR previa a las PASO, para elegir al postulante del partido que compita en las primeras contra el elegido por el PRO.
Posse había hecho el cierre el sábado en Ituzaingó. Además de Lousteau sumó el apoyo de veteranos como Juan Manuel Casella y Federico Storani. Este miércoles armó reuniones por un zoom y por la noche encabezaba un encuentro en el Club Defensores de Billinghurst de San Martín, para ajustar la fiscalización. “No va a haber fraude, pero como los brujas, que lo hay lo hay”, advirtió el intendente de San Isidro para potenciar los recaudos.
“Hay que salir de un radicalismo cómodo que quiere estar en pequeños cargos toda la vida. Entre la rebeldía de Alfonsín y el partido que hay hoy en la provincia hay una enorme diferencia”, disparó Lousteau, que busca aprovechar el envión del resultado ajustado en Córdoba. “Querían impedirles que compitieran y la mitad los votaron”, marcó.
“Venimos a comprometernos con este proyecto con vocación de poder, territorialidad y participación de las mujeres y los jóvenes”, indicó Sanz en la reunión en el NH. “Entre 2015 y 2019 el radicalismo adquirió musculatura, se puso en valor y quiere volver a ser gobierno. El objetivo es sostener la unidad de la coalición, ampliarla y liderarla, desde la renovación partidaria”, sostuvo Abad. El jefe del bloque de Diputados de Juntos por el Cambio blanqueó la “expectativa” de promover a Facundo Manes para disputar la sucesión de Axel Kicillof. De ahí se iba a un acto en Vicente López, con el neurocirujano y Negri.
Fuente Clarin
