Chandon exporta desde Mendoza espumantes a Francia, la tierra del champagne

Cuando Europa comenzaba a dejar atrás los estragos de la Segunda Guerra, Robert-Jean de Vogüé, salió al mundo en busca de nuevas tierras para los vinos espumantes. Era el presidente de Moet &Chandon y recaló en Mendoza, al pié de la Cordillera de los Andes. Hace 60 años, en 1959, nació bodegas Chandon. Después, de Vogüé fundó otras bodegas en California, Australia, Brasil, China y la India. Pero la filial argentina sigue burbujeante. En el pandémico 2020 mantuvo el volumen de ventas y en este primer trimestre de 2021 crece 12%. Y comenzó a exportar burbujas nada menos que a Francia en lo que es un verdadero hito, ya que llega desde los Andes a la tierra del champagne.

El espumante que se embarca es el Apéritif, que se vende también en los Estados Unidos y otros mercados de Europa, como Italia y el Reino Unido. 

Chandon, que pertenece al coloso del lujo, el grupo LVMH, cuenta con 748 empleados y 149 viticultores asociados alrededor del mundo. La empresa exporta el 20% de su producción.

Ayer anunció también la renovación de su imagen a nivel global con una identidad visual moderna y una estrella de siete puntas que une a sus bodegas de alrededor del mundo con Francia. El Chandon es el número uno en el mundo de las burbujas premium. 

Le añadió el lema “Un Mundo de Posibilidades”. La nueva identidad comenzó a gestarse hace dos años cuando nadie imaginaba la pandemia y decidieron seguir adelante. En la Argentina demandó una inversión de 1,5 millones de euros.

“Más allá de las distintas coyunturas seguimos apostando e invirtiendo con vistas al futuro”, señaló Gustavo Perosio, Director General de Moët Hennessy Argentina.

Perosio contó que uno de los desarrollos locales, Délice, el primer espumante dulce diseñado para tomar con hielo, en vaso en vez de la copa flauta, tiene un gran éxito global y se está exportando a casi todo el mundo.

La filial argentina reporta a México. Cuando se pregunta a Perosio sobre las inquietudes acerca de Argentina, el ejecutivo suelta: “Estamos acostumbrados a las crisis, pasamos la de 2001. No tenemos deudas y reinvertimos las utilidades, lo que nos permite seguir innovando y crecer”, afirmó.

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Fuente Clarin