
Hay un análisis en el que coincide todo el sector financiero: en Argentina, mientras la bancarización es alta, ya que casi el 80% de la población tiene acceso a una cuenta bancaria, la inclusión financiera es bajísima, porque la mayoría de esa población sigue priorizando los pagos en efectivo para sus transacciones cotidianas y tiene un bajo o nulo acceso al crédito en las entidades.
Este segmento de “subancarizados” está desde hace años en la mira de las fintech, como Mercado Pago o Ualá, que buscan darles soluciones financieras a personas con escasa participación en el sistema formal. Con esto en mente, el Banco Central lanzó este miércoles una serie de normativas para pedirles a las entidades bancarias “tradicionales” que extiendan su público objetivo hacia sectores de menor acceso al crédito y que comiencen a darles respaldo financiero.
A cambio, la autoridad monetaria les permitirá bajar los encajes no remunerados en la medida que comiencen a prestarle a personas y Pymes que nunca hayan accedido a un préstamo bancario y que apunten a mejorar y profundizar el uso de los medios de pagos electrónicos.
“En la Argentina tenemos una bancarización bastante alta. Hay 70 millones de cajas de ahorro, pero lo que ocurre es que no se utilizan como sistema de pago. Se utiliza el efectivo“, dijo en declaraciones radiales este jueves el presidente del Banco Central, Miguel Pesce. “Vemos además que el sistema financiero tampoco incluye otorgando financiamiento a las pequeñas y medianas empresas y a las personas. Entonces, lo que estamos planteando es un conjunto de medidas, relacionadas con algunas exigencias técnicas que tienen los bancos, para que activen el uso de los sistemas electrónicos de pago y también para que le empiecen a prestar a esas personas y empresas que no han recibido financiamiento bancario“, agregó.
Concretamente, el Directorio del BCRA decidió el miércoles que los bancos deberán demostrar que otorgaron las primeras líneas de crédito a personas y PyMEs que no tuvieron acceso a bancos y que registran un crecimiento en la financiación a PyMEs y a MiPyMEs vía adquisición por parte de la entidad de los e-check o las facturas de pago electrónico.
La entidad también detalló que están incluidos en esta medida aquellos personas o empresas que ya tengan un crédito no bancario, ya sea de una financiera tradicional o de una fintech, “permitiendo reconvertir su crédito en uno bancario que, en promedio, representa la mitad de la tasa de interés“, marcó en un comunicado.
Adicionalmente, las medidas que apuntan a la inclusión financiera lanzadas por el Central ponen el foco en el uso de los medios electrónicos de pago. También habrá incentivos para las entidades que hagan crecer el uso de tarjeta de débito, las transferencias electrónicas, los pagos por débito automático de servicios y tarjetas de crédito.
“En estos meses tan difíciles los bancos abrieron 10 millones de cuentas de cajas de ahorro y 3 millones de cajas de ahorro de ayuda social. Y otorgaron 300 mil tarjetas de crédito nuevas y ocho millones de tarjetas de débito nuevas. Entonces, ahí hay un potencial de crecimiento que tiene que ver con la inclusión social. Estamos incentivando a los bancos a que hagan esto”, aseguró Pesce.
El último punto apunta al acceso y uso de cajeros automáticos. “Le estamos exigiendo a los bancos que mejoren la eficiencia en los cajeros automáticos, que es un problema con el que nos hemos encontrado en los últimos meses”, dijo.
Habrá beneficios para bancos que instalen nuevas terminales en ciudades donde no haya cajeros o sean pocos para la cantidad de habitantes. También para aquellas que demuestren no tener cajeros fuera de servicio por no estar abastecidos de billetes. “Estamos buscando extender el servicio bancario para aquellas personas que antes no lo tenían, tanto en la prestación de los servicios como en el financiamiento”, afirmó el titular del Central.
Estos incentivos podrían servir de potencial competencia para las fintech que ya han picado en punta tanto en el acceso a cuentas digitales como en el financiamiento a personas y empresas que habían quedado por fuera del sistema bancario.
Hace unas semanas, el Banco Central también apuntó contra otro de los productos estrella de las fintech: la remuneración del dinero en cuenta. Es que mientras los bancos pagan cerca de 1% por el dinero que se mantiene en la caja de ahorro, las fintech y los bancos digitales le garantizan a sus usuarios en promedio un 20% anual por el mismo concepto. Clarín realizó un sondeo entre las principales entidades públicas y privadas del sistema, y ninguna reconoció que planee en el corto plazo pagarle un mejor rendimiento a sus clientes por dejar depositado el dinero.
SN
Fuente Clarin