Los gremios agrupados en la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Fatsa), que nuclean a empleados de clínicas y sanatorios privados, anunciaron un paro de actividades para este jueves 1 y este viernes 2 de julio, en reclamo de mejoras salariales.
En un comunicado firmado por Héctor Daer y Carlos West Ocampo, puntualizan el reclamo en una “actualización de salarios básicos convencionales para todos los trabajadores de Clínicas, Sanatorios, Hospitales de Comunidad, Servicio de Emergencias, Centros de Diagnóstico, Laboratorio de Análisis Clínicos, Institutos geriátricos e Institutos Psiquiátricos”.
Según detallaron, de concretarse, el paro de actividades será de cuatro horas por turno. Asimismo, dijeron que este martes 29 y miércoles 30 continuarán “con las asambleas en todos los sectores y turnos de cada establecimiento para los compañeros puedan conocer las medidas dispuestas y recibir información necesaria”.
Las asambleas cobraron fuerza en la Ciudad de Buenos Aires ya desde este lunes, sin afectar las urgencias.
Desde el gremio de Daer, actual secretario general de la CGT y con cercanía a Alberto Fernández sostienen que “la paritaria fracasó”.
“No vamos a tolerar más excusas ni explicaciones“, denunciaron en el documento firmados por los sindicalistas. “Asumimos la responsabilidad de enfrentar a la pandemia, nos unimos para trabajar codo a codo y sin descanso. Los empresarios se unieron para no negociar y negarse a pagar los salarios que corresponden”, concluyeron desde FATSA.
Un conflicto que escala
En marzo pasado, y en pleno aumento de casos de coronavirus, hubo otro paro de tres horas por turno. “Es histórico lo que está pasando”, dijo en ese momento Guillermo Ferraces, enfermero del sector de oncología del Hospital Italiano.
La medida fue la primera de esa magnitud en años y coincidió con la complicación del contexto sanitario frente al rebrote de covid. Y a las promesas gubernamentales de bonos a los médicos públicos.
“La paritaria es un acuerdo de partes. No hay norma que nos autorice a impedir que un gremio quiera negociar el convenio cuando el anterior está vencido”. Así respondieron en junio en el Ministerio de Trabajo al pedido de suspender la paritaria del sector que debe negociar los salarios de cuatro convenios colectivos de Trabajo que engloban a más de 200.000 trabajadores.
Desde la Fatsa dijeron en ese momento que no resignarían “ingresos ni suspender las paritarias”. El fracaso de las negociaciones hasta el momento llevó al nuevo anuncio de medidas de fuerza.
Los convenios en cuestión son el N° 103, que venció el 31 de mayo, y los convenios 122, 108 y 459 que vencen el 30 de junio.
En abril, por la mayor inflación, hubo un ajuste del 16% de lo acordado en 2020 para alcanzar el 36% de inflación del año pasado y se fijaron nuevas escalas básicas que, en el convenio N° 103, van de $ 49.734 a $ 60.450.
Para llegar a ese acuerdo, se selló un aumento un 4,5% en abril y un 5,5% en mayo de las cuotas de los afiliados a la medicina prepaga, un reconocimiento de lo que paga el PAMI a los prestadores del 34% dividido en cuatro tramos (12% en enero, 9% en abril, 9% en junio y 4% en octubre) y de las obras sociales del 4,5% en abril y un 5,5% en mayo.
DS
Fuente Clarin