La Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA filial Buenos Aires), que lidera el jefe de la CGT Héctor Daer, y la Federación de Trabajadores de la Sanidad, realizarán el viernes un paro de cuatro horas por turno en sanatorios y clínicas de todo el país. La medida de fuerza obligará a reprogramar los turnos no urgentes.
Este jueves venció el período de conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo y la paritaria del sector fracasó.
La organización sindical exige a las cámaras empresarias un inmediato aumento salarial del 45 por ciento sobre los básicos para los convenios colectivos asistenciales.
“Mañana -por el viernes- paramos y reafirmamos que sin salario no habrá salud porque no resignaremos nuestro salario”, confirmó ATSA Buenos Aires por las redes sociales.
Además de sanatorios y clínicas, el paro afectará a hospitales privados, geriátricos y servicios de emergencia.
En la negociación de paritarias, los empresarios del sector argumentan que no están en condiciones de dar respuesta al aumento requerido hasta tanto el Gobierno actualice aranceles y cuotas de la medicina privada.
El miércoles, los trabajadores de Sanidad habían marchado con epicentro frente al Sanatorio Güemes, donde un grupo de delegados sindicales y trabajadores de ese centro médico encabezaron las columnas sobre la avenida Córdoba.
Entre los manifestantes estuvo presente Daer, titular de ATSA y secretario general de la CGT, afín al presidente Alberto Fernández.
Héctor Daer lidera el reclamo de una recomposición salarial del 45%.
“Hicimos marchas lunes, martes y miércoles. Pedimos por un salario digno y los empresarios aducen cuestiones de financiamiento. Lo fundamental es recomponer el salario de 270 mil trabajadores en todo el país”, remarcó el líder gremial.
Sanidad ya había concretado en marzo pasado un paro de actividades, de tres horas por turno. La medida fue la primera de ese tenor en años y ocurrió en pleno ascenso de casos de coronavirus.
Gobierno vs. salud privada
La posición del Gobierno ante la medicina privada suma tensión al conflicto, ya que retrasa los aumentos a las clínicas de prepagas a punto tal que el último incremento lo tuvo que autorizar la Justicia.
Mientras, la vicepresidenta Cristina Kirchner lanzó su idea de “integrar” las prepagas, con los hospitales públicos y las obras sociales.
El dueño de Swiss Medical, Claudio Belocopitt, denunció que el Gobierno “desfinancia” a las clínicas privadas para tratar de hacerlas quebrar.
LP
Fuente Clarin