“Si queremos una reducción de las emisiones del 40% o el 50% en 2030, ya vemos el trabajo que queda por delante”.
Delegados de las Naciones Unidas que representan a 195 países comenzaron a debatir desde este lunes, y por dos semanas, un informe “crucial para el éxito” de la Conferencia del Clima (COP26) que se realizará en noviembre en Glasgow, Escocia, según adelantó Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial.
Siete años después del último informe de los científicos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), la actual evaluación llega tras devastadoras lluvias en China y en Alemania e inusuales temperaturas sofocantes en Canadá.
“Desde hace años habíamos advertido que era posible, que todo esto iba a llegar”, dijo durante la ceremonia de apertura de este lunes la responsable de la ONU sobre Cambio Climático, Patricia Espinosa, informó la agencia de noticias AFP.
En el Acuerdo de París casi la totalidad de países del planeta se habían comprometido a reducir sus emisiones de CO2 para limitar el calentamiento global “muy por debajo” de +2 ºC.
Para Taalas, este informe “es crucial para el éxito de la conferencia sobre clima de Glasgow en noviembre”.
A menos de cien días para la COP26 de Glasgow, Espinosa alertó que no están “en el buen camino para respetar el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a +1,5ºC hasta final de siglo”.
“De hecho, estamos en el camino opuesto, nos dirigimos a más de +3ºC. Tenemos que cambiar de dirección urgentemente antes de que sea demasiado tarde”, insistió.
Espinosa también calificó de “extremamente positiva” la reunión celebrada el domingo y el lunes en Londres, con representantes de más de 50 países, para preparar la COP26 de noviembre.
Pese a las impactantes imágenes de los desastres naturales, algunos temen que este renovado interés por el clima solo sea pasajero y la cumbre de noviembre no termine en acuerdos significativos.
“En este momento, todo el mundo habla de emergencia climática y con razón, pero, cuando estas tragedias terminen, probablemente lo olvidaremos de nuevo y seguiremos como antes”, lamentó la activista Greta Thunberg, que movilizó a millones de jóvenes en los últimos años para reclamar a los Gobiernos una reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El informe del IPCC, que debe publicarse el 9 de agosto y cuyas conclusiones para los dirigentes políticos se negociarán minuciosamente durante dos semanas, debe actualizar su evaluación y sus pronósticos climáticos sobre aumento de temperaturas, nivel de los océanos, intensificación de fenómenos extremos.
Además, otras dos partes deben publicarse a principios de 2022, entre ellas una que muestra cómo cambiará la Tierra en 30 años o incluso antes y de la que la AFP obtuvo una versión preliminar, aunque este apartado se difundirá después de la COP26.
La evaluación por la comunidad internacional llega tras las devastadoras lluvias en China y en Alemania e inusuales temperaturas sofocantes en Canadá.
El acuerdo de París
Con la firma del Acuerdo de París en 2015, la casi totalidad de países del planeta se comprometieron a reducir sus emisiones de CO2 para limitar el calentamiento global “muy por debajo” de +2 ºC respecto a la era preindustrial y de ser posible +1,5 ºC.
Este objetivo de +1,5ºC se convirtió en prioritario para muchos activistas y responsables políticos, máxime cuando el planeta ganó aproximadamente 1,1 °C desde la revolución industrial y cada décima adicional cuenta porque acarrea fenómenos extremos.
El informe del IPCC deberá responder si se puede alcanzar ese objetivo, en base a miles de estudios científicos.
Algunos dudan de que sea posible, otros -en ocasiones queriendo evitar el desánimo- dicen que no es imposible.
“Limitar el calentamiento a +1,5ºC es todavía física, técnica y económicamente posible, pero no por mucho tiempo si seguimos actuando poco y tarde”, estimó Kaisa Kosonen, de Greenpeace.
Los investigadores temen que el renovado interés por el clima solo sea pasajero y la cumbre de noviembre no termine en acuerdos significativos.
“El IPCC nos ha dicho cuál debe ser la ambición: que cada país del mundo se comprometa a la neutralidad de carbono y detalle el plan para alcanzarla”, insistió este lunes al iniciar las discusiones Joyce Msuya, directora ejecutiva adjunta del Medio Ambiente en Naciones Unidas.
Para lograr este objetivo, las emisiones deberían reducirse en un 7,6% de media cada año entre 2020 y 2030, según la ONU.
En 2020 cayeron debido a la pandemia pero se espera que vuelvan a subir.
La Agencia Internacional de Energía (AIE), a la luz de la baja proporción de medidas previstas para impulsar las energías limpias, prevé incluso emisiones récord para 2023.
“Si no lo logramos, alcanzar 1,6 ºC es mejor que 1,7 ºC, y 1,7 ºC es mejor que 1,8 ºC”, apuntó el climatólogo Robert Vautard, uno de los autores del IPCC.
“Los confinamientos del año 2020 (por la Covid-19] implicaron un descenso de las emisiones del 6% al 7%. Si queremos una reducción de las emisiones del 40% o el 50% en 2030, ya vemos el trabajo que queda por delante”.
Fuente Telam