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Entre el escándalo por la reunión de cumpleaños de Fabiola Yáñez en la Quinta de Olivos y la disputa por los votos con Ricardo López Murphy y los llamados libertarios, las diferencias entre duros y moderados en el PRO quedaron diluidas de cara al tramo final de la campaña para las primarias. Horacio Rodríguez Larreta ya tomó un rol protagónico para apuntalar a María Eugenia Vidal en la Ciudad y a Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires. Mauricio Macri arrancará este fin de semana, con el foco en el electorado más refractario al Gobierno.
Si hasta hace unas semanas había discusiones sobre la conveniencia de la participación de Macri para el PRO y Juntos por el Cambio, en los últimos días se resolvieron de un modo drástico a favor de su involucramiento, incluso en el conurbano bonaerense. Su primera acto de campaña será este viernes por la mañana con Vidal en la Ciudad, en una reunión con padres y madres que reclamaron el regreso de las clases presenciales.
El próximo paso quedó previsto para el domingo, en uno de los municipios del Gran Buenos Aires gobernados por el PRO: le preparan una actividad con Santilli y el intendente Diego Valenzuela en Tres de Febrero, de la Primera Sección electoral, en la que la lista encabezada por el ex vicejefe porteño buscará sacar una ventaja amplia a la boleta de Facundo Manes.
La aparición de Macri en el conurbano estaba en duda por su alta imagen negativa y por el intento de Juntos de evitar la estrategia del Frente de Todos de subirlo a la campaña, aunque se impuso la decisión de consolidar el voto duro tanto para la interna bonaerense como en la Ciudad para contrarrestar el crecimiento de López Murphy por adentro y Milei afuera. “Hay que ocuparse”, respondió Rodríguez Larreta a Clarín sobre si le preocupaba el eventual crecimiento de esas opciones.
Macri también irá al interior de la provincia, posiblemente Tandil, Junín y otras ciudades por las que pasó con las marchas del “Sí, se puede” en 2019, en esos casos para intentar revertir el escenario más favorable para Manes en la Cuarta y el resto de las secciones por fuera del GBA, con mayoría de intendentes radicales.
“Por supuesto tiene que participar, no tengo dudas de que Mauricio suma”, confirmó Rodríguez Larreta, ya involucrado en la campaña luego de imponer a los candidatos en la Ciudad y la Provincia para la elección cuyo resultado será determinante en sus aspiraciones presidenciales.
María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, en una actividad de campaña en la avenida Cabildo.
Concentrado en esos dos distritos, el jefe de Gobierno porteño reparte los días de semana entre actividades con Vidal y Santilli, y los viernes por la tarde viaja al interior bonaerense. En la tarde del jueves hizo una caminata por la avenida Cabildo con la ex gobernadora, en la que recibieron saludos, pedidos de fotos y reclamos de mayor firmeza contra el Gobierno. También algunos insultos.
“¡Sálvennos, sáquenlos como sea!”, le imploraron a Rodríguez Larreta. “¿Cuándo se van a plantar con todo lo que está pasando? No hay que dar marcha atrás”, encaró una mujer a Vidal. “Estamos dando la pelea”, respondió la ex vicejefa.
Rodríguez Larreta acumuló pedidos, desde una persona en situación de calle que necesitaba renovar el subsidio para alquilar hasta podas de árboles y problemas por ruidos molestos. Una asistente anotaba los datos. En el último tramo unos chicos los saludaron desde un micro escolar. “Seguro que nos conocen de Tik Tok, es furor”, descontó el jefe de Gobierno, y mantuvo la sonrisa en momentos incómodos, como cuando le reprocharon la falta de entrega de computadoras. “¡No destruyas la Capital como destruiste la provincia!”, le gritaron a Vidal.
Aliados políticos -“no somos socios, somos lo mismo”, según la definición de Rodríguez Larreta-, con la reunión en la Quinta de Olivos durante la cuarentena estricta mostraron una diferencia en torno al pedido de juicio político. “Los diputados decidieron hacerlo y lo respaldo, pero Lilita (Carrió) tampoco está de acuerdo y es una discusión abstracta, porque no están los números en el Congreso”, matizó Vidal, luego de que el jefe de Gobierno tomara distancia. La conformación de una comisión investigadora unifica criterios y también el posible impacto en las elecciones: “La mejor respuesta de la sociedad es con los votos”.
La repercusión del incumplimiento de las medidas de Alberto Fernández, la competencia por el voto con López Murphy y los libertarios y la propia dinámica de la campaña dejaron en pausa el discurso de Rodríguez Larreta sobre la necesidad de superar la llamada grieta. “Yo creo eso y no voy a cambiar mis convicciones por una foto o un video. Endurecemos la postura por un tema en particular”, argumentó el jefe de Gobierno. “No hay políticas sostenibles ni reformas estructurales sin el consenso de un 70%, pero los errores hay que marcarlos. Esto es lo que agiganta la grieta entre la política y la gente”, reforzó Vidal. El escándalo de Olivos diluyó las diferencias de posicionamientos y terminó de asfaltar el aterrizaje de Macri en la campaña.
Fuente Clarin
