La cocaína se mueve al norte europeo. Un informe de Europol (la agencia europea que coordina a los cuerpos policiales de los 27 Estados miembros) publicado este martes asegura que Bélgica y los Países Bajos son el nuevo lugar clave del tráfico de cocaína en Europa, por delante de las costas españolas.
Ese traslado desde España se explica por el papel de los puertos de Amberes (Bélgica) y Rotterdam (Países Bajos) como puerta de entrada de la cocaína colombiana al viejo continente.
Amberes y Rotterdam, a unas pocas decenas de kilómetros, en la práctica son un gran conglomerado portuario que funciona como un solo ente. También tiene un papel importante, aunque menor, el puerto alemán de Hamburgo. El informe dice: “El epicentro del mercado de cocaína en Europa se ha desplazado al norte”.
La investigación de Europol, hecha en colaboración con ONUDC (la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen) asegura que el crecimiento del tráfico de cocaína en esta zona del norte de Europa se debe en parte al desplazamiento de ciertas actividades desde España pero también al crecimiento del aprovisionamiento de cocaína, sobre todo desde Colombia.
Hay más droga, suficiente para que la pequeña caída de suministros a España se vea más que compensada por el aumento de los envíos a esos puertos del norte de Europa.
Eso también ha permitido que crezcan en número, tamaño y capacidad operativa los grupos criminales en Bélgica y los Países Bajos. El informe asegura que desde Amberes, Rotterdam y Hamburgo se distribuye cocaína a toda Europa.
Un carguero en el puerto de Amberes. Foto: AFP
El texto de Europol, una agencia con sede en la ciudad holandesa de La Haya, a tiro de piedra del puerto de Rotterdam, detalla una de las razones que han permitido el aumento de las entradas de cocaína por estos grandes puertos del norte de Europa.
Subraya la utilización cada vez mayor de grandes contenedores para el transporte de mercancías y el papel predominante que estos puertos tienen en ese tráfico de contenedores desde América Latina hacia Europa.
Eso, según el informe, hizo que la región holandesa que circunda Amberes y Rotterdam se haya “consolidado como zona de tránsito” del tráfico de cocaína hacia Europa y “hayan suplantado a la Península Ibérica como principal punto de entrada de la cocaína que llega a Europa”.
Desde Amberes, Rotterdam y Hamburgo se distribuye cocaína a toda Europa. Foto: Bloomberg
Sólo en Amberes se decomisaron en 2020 65.600 kilos de cocaína. La mayor incautación de esa droga de la historia, a nivel mundial, se hizo este pasado febrero en una operación conjunta de las policías belga y alemana. Decomisaron 23.000 kilos de droga.
Más violento y competitivo
El informe, titulado ‘Cocaine Insights Report’, también asegura que el tráfico de cocaína en Europa se ha hecho más violento y competitivo por la entrada de nuevos grupos criminales y representa “una clara amenaza a la seguridad europea y global”.
Dice también que los cárteles predominantes y que mantenían el tráfico de cocaína casi en forma de monopolio (tanto en Sudamérica como en Europa) se ven enfrentados a nuevas redes criminales europeas que ya tienen contactos directos con productores de cocaína. Señala a las relaciones entre bandas de traficantes de los Balcanes y los productores colombianos.
El estudio de Europol y ONUDC da pistas para hacer frente al tráfico ilegal de cocaína: atacar la fuente del producto porque este comercio depende de cada fuente de suministro, reforzar la cooperación y el intercambio de información entre las autoridades de países de origen y de destino, dar más importancia a las investigaciones sobre lavado de dinero para trazar los beneficios ilegales y confiscar activos relacionados con actividades criminales.
El informe asegura que casi el 40% de los grupos criminales asentados en Europa están involucrados en tráfico ilegal de drogas.
Bruselas, especial
ap
Fuente Clarin