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Por Claudio Savoia
Sofía Pacci fue al cumpleaños y trabaja en la Casa Rosada. Su representante, Juan Pablo Fioribello, comunicó a la justicia la “falta de colaboración” de la joven para organizar la defensa colectiva de los presentes en el cumpleaños.
El terremoto por escándalo por la fiesta de cumpleaños de Fabiola Yañez en la quinta de Olivos durante la etapa más dura de la cuarentena, en julio del año pasado, tuvo una última réplica este viernes, cuando Juan Pablo Fioribello, el abogado de la primera dama y de cuatro de sus invitados, comunicó a la justicia de San Isidro que renunciaba a la representación de otra de las asistentes, la todavía empleada de la Casa Rosada Sofía Pacci. Según explicó el letrado en su comunicación -a la que Clarín accedió de fuentes judiciales- el abandono de esa defensa técnica se debe a que Pacchi era reticente a colaborar con la documentación y las respuestas requeridas para organizar las presentaciones ante los tribunales.
La noticia, lacónica, permite especular con otros movimientos en el frente interno de la primera dama, cuya amistad con varios de los invitados a su cumpleaños quedó definitivamente rota. La lupa de la opinión pública ya se había posado sobre Pacci, porque era muy cercana a Fabiola y trabajaba como su asesora, es la única contratada por el gobierno -mantiene un trabajo en la Secretaría General de Presidencia, a cargo de Julio Vitobello, donde cumple funciones en la Subsecretaría de Gestión Institucional que comanda Gerardo Serrano– y su novio, el empresario argentino taiwanés Robert Chien Chia Hong, obtuvo varios contratos con el Estado.
Pero el escándalo por la fiesta en Olivos conmovió aquel esquema: Pacci ya no es más asistente de Fabiola, su relación con el contratista asiático habría terminado y la amistad con aquella cumpleañera también habría volado por el aire. Dos fuentes de la Rosada que tienen trato con la ex modelo aseguran que el enojo de la joven por la situación en la que está envuelta fue aumentando con el correr de las semanas, y su malestar no encuentra diques de contención.
Ciertas o no esas versiones, el abandono de la defensa jurídica por parte de Fioribello y su socio Mariano Lizardo, comunicado en un escrito que según confirmaron a este diario desde la justicia de San Isidro fue derivado automáticamente al juzgado de Lino Mirabelli, es otra señal de que la armonía entre los convidados de Fabiola a su cumpleaños está quebrada. “Venimos a renunciar en la presente causa como defensores particulares de la señora Severina Sofía Elizabeth Pacci, por la existencia de serias divergencias y falta de colaboración en cuanto a la estrategia procesal elegida por la defensa”, comunica el texto.
Juan Pablo Fioribello, abogado de Fabiola Yáñez y otros imputados por violar la cuarentena junto a Alberto Fernández en la quinta de Olivos, Ingresando a los tribunales de Comodoro Py en agosto. Foto Andrés D’Elia.
Fioribello fue el abogado elegido por Alberto Fernández para representar a su pareja y coordinar la estrategia jurídica de los invitados a la celebración, todos imputados por haber violado el DNU de la cuarentena que el mismo anfitrión del festejo había firmado cuatro meses antes. Aunque comenzó defendiendo a ocho de los once presentes en el cumpleaños, empezando por la propia homenajeada -sólo habían quedado afuera de ese frente común el peluquero Fernando Abraham y la estilista Carolina Marafioti-, apenas 24 horas después de aquellas presentaciones el letrado sorprendió con un volantazo: ya no representaría Stefanía Domínguez, la emprendedora chubutense amiga de Fabiola a quien una investigación encargada por el gobierno le atribuye haber ofrecido las imágenes del cumpleaños a los medios.
Diez días más tarde, el 25 de agosto, Fioribello también habían desistido de defender a las hermanas Rocío y Florencia Fernández Peruilh, por “serias divergencias en la estrategia defensista”. El más ruidoso apartamiento de Pacci de ese frente común es otra señal de que el presidente se habría desentendido de su destino judicial.
Fuente Clarin
