
Periodista: ¿Cómo llega a tu vida el tango?
Delfina Cheb: El tango siempre fue parte de mi y de los sonidos de mi casa. En mi familia se escuchaba mucho a Goyeneche, a Rubén Juárez…ese mundo siempre estuvo ahí. Mi abuelo era cantor. No era profesional pero le ponía el alma a cada una de sus interpretaciones. Su voz resuena siempre en mi, me canta en la oreja del corazón como escribió Ferrer.
P.: ¿Qué significa para vos, viviendo y estudiando en Estados Unidos haber lanzado desde allí un disco compuesto por una música tan representativa de la Argentina? ¿Lo viviste de una manera especial?
D.C.: Lo viví y lo vivo como un refugio infinito de amor y raíz. Cada vez que canto esas canciones encuentro una nueva forma de sentirlas, de escucharlas, de vivirlas. Es una carta de agradecimiento a mis maestros de la música y de la vida.
P.: ¿Cómo fue, (y es) la experiencia de trabajar con Javier Limón?
D.C.: Javier es un gran amigo, un maestro y un mago. Cada vez que hacemos algo juntos aprendo cientos de cosas no solo sobre la música si no sobre la vida. Javier tiene un talento y un don para encontrar el lugar donde brillan las personas y hace todo lo posible para ayudarlas a explorar su propio decir. Estoy profundamente agradecida con el y su hermosa familia por su empuje y su arte inmenso, es siempre un honor compartir momentos con ellos.
P.: ¿Ves al tango como un camino a seguir? ¿O un lugar al que ya sabes que podes volver? ¿Te gustaría de a poco ir incursionando en otros géneros y estilos?
D.C.: Lo veo como una forma de decir, de escribir, de mirar, de ensayar, de conocer personas maravillosas, de volver a Buenos Aires y de estar siempre cerca de su gente, sus calles, de su aroma y de sus colores. Me gustaría hacer muchísimas cosas! Amo el mundo de la improvisación con todos sus vericuetos y pienso a la canción como una forma de encontrar maneras de cantar y hacer música, creo que la palabra une muchos de esos caminos. El decir. El tener una o varias historias para contar. Sea lo que sea que esté cantando, que siempre sea desde el corazón.
P.: ¿Hay ideas o planes para un nuevo material, o es el momento de aprovechar y tocar en vivo todo lo que se pueda?
D.C.: ¡Si! Siempre hay ideas. Hay ideas de embarcarnos en un proyecto que juegue con otras músicas como el jazz y el pop con notas de raíz por supuesto. También hay planes de más tangos. De grabar tangos que me han enseñado mis maestros y de seguir incursionando en este ejercicio tan apasionante del decir. Y del decir cantando.
P.: Respecto al show en el Tasso, en el que vas a estar acompañada de grandes invitados, ¿Con que se va a encontrar el público?
D.C.: ¡El show del Tasso va a ser una fiesta! Tengo el honor de estar acompañada por el trío fundamental conformado por Horacio Avilano, Hernán Fredes y Hernán Mastromarini y de contar con la presencia de Lidia Borda y Luis Salinas como invitados. Como dije antes, tengo la suerte de haber conocido grandes maestros que me ayudaron a entrar a este hermoso mundo del tango y contar con ellos para esta primera presentación es muy emocionante y movilizante para mi. Vamos a estar tocando temas del disco escritos por Javier Limón y por mi, además de unos tangos bellísimos que también estamos preparando para lo que se viene. Buenos Aires, ya estoy pisando las baldosas, floreciéndome en las rosas por volver. ¡Ahí nos vemos!
A los 18 años de edad Delfina Cheb se gano una beca para realizar su doble licenciatura en Composicion de Jazz y Performance vocal en la prestigiosa Berklee College Of Music. Allí, exploro la música folk de distintos lugares del mundo al igual que el jazz. Estudio y participo en masterclasses con grandes músicos tales como Kenny Werner, Francisco Mela, Luciana Souza, Kurt Elling, Dominique Eade y Toninho Horta. En 2020 lanzó su primer álbum “Doce Milongas de Amor y un Tango Desesperado” con el consagrado productor Javier Limón para el sello Casa Limón. Delfina Cheb estará presentándose en el Torquato Tasso el miércoles 17 de noviembre a las 20hs.