La inflación continúa su tendencia al alza. Según el dato adelantado del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios al Consumo (IPC) subió en diciembre al 6,7%, su nivel más alto desde marzo de 1992. Se trata de 1,2 puntos más que en noviembre, cuando ya alcanzó su récord en tres décadas al incrementarse un 5,5%.
Los precios continúan al alza por décimo mes consecutivo, en un escenario marcado por la irrupción de la variante ómicron, que ha producido récords de contagios y una disminución de la movilidad, pero también por las compras y las celebraciones asociadas a la época navideña.
La energía ha sido una vez más, el factor determinante, en plenos récords de los precios de la luz. Así, la inflación subyacente, que no tiene en cuenta los elementos más volátiles, como la propia energía, sube mucho menos que la general: hasta el 2,1%. Se trata de cuatro décimas más que en noviembre. Se trata, sin embargo, de su máximo desde marzo de 2013.
Cabe destacar que el alza de precios real no es tan elevada como indica el dato proporcionado por el INE, debido al llamado efecto base. El IPC se calcula en términos interanuales, por lo que se compara con el de diciembre de 2020, cuando la inflación fue negativa (-0,5%). El efecto base ha hecho que los alimentos, que se abarataron el año pasado, contribuyesen al alza del IPC de diciembre, mientras que con los carburantes sucede lo contrario.
En términos mensuales, el IPC ascendió un 1,3% respecto a noviembre, cuando se había incrementado un 0,3%. Se trata de la quinta subida mensual consecutiva, la mayor en un mes de diciembre desde 1983 y la segunda más importante del actual ciclo inflacionista, por detrás de la de octubre (1,8%).
Los datos definitivos de la inflación de diciembre se publicarán a mediados del próximo mes.
Fuente El Confidencial