Si ustedes se molestan en leer lo que he venido diciendo sobre la infección SARS-CoV-2 comprobarán que se va cumpliendo paso a paso lo dicho. Lo que empezó como una pandemia se está convirtiendo en una endemia, es decir, una enfermedad con gran incidencia en una sociedad y que se repite en el tiempo. La gripe, los catarros a nivel mundial, la malaria en determinadas zonas de África o el dengue en zonas de América, son enfermedades que se quedan a vivir con nosotros. Algunas de ellas, como la gripe y la malaria, causan millones de muertos. Y hemos aprendido a vivir con ellas. En el caso del catarro no tenemos vacuna porque la tasa de inmunización que conseguimos es muy escasa y la letalidad del catarro es muy baja. En el caso de la gripe, sí tenemos una vacuna que se cambia cada año para adaptarla a las cepas circulantes y que consigue una protección inmunitaria significativa, que evita miles de muertos solo en España cada año. En la malaria parece que por fin vamos a poder poner a disposición de los países afectados una vacuna eficaz en 2022. Vacunar a los niños contra la gripe a partir de los 6 meses es una recomendación que cientos de miles de familias cumplen en España todos los años y con un evidente beneficio no solo para los niños sino sobre todo para nuestros mayores y personas con patologías previas, que son los principales afectados por las complicaciones gripales y post gripales. O sea, los niños se protegen ellos de un virus que les afecta poco para proteger a las personas de mayor edad y mayor riesgo. El Covid 19 va camino de convertirse en una enfermedad respiratoria endémica en nuestras sociedades. Estos 20 meses nos permiten comprobar que solo la vacuna nos protege de sus complicaciones más graves en la población susceptible y sabemos que el Covid en niños es una enfermedad viral que solo en muy escasos casos lleva a graves consecuencias como la hospitalización o la muerte. Sabemos también que hay millones de niños vacunados con escasísimas complicaciones, y yo no conozco ningún caso mortal. Ahora en mi consulta detecto que en la franja de niños más pequeños de cinco a ocho años algunos padres dudan y me preguntan qué hacer. Mi respuesta es clara. El Covid 19 será un nuevo virus respiratorio que se queda entre nosotros, no podemos dejar que una franja de población que tanto interactúa socialmente como los niños se conviertan en un reservorio donde el virus mute y mute. Debemos reducir el campo de juego para el virus. Por el bien de los niños primero y después por los padres, abuelos, hermanos, familiares y amigos de esos niños. La vacuna Covid, especialmente en los niños entre 5 y 8 años, es el instrumento más útil que tenemos. Vacúnenlos. Ellos quieren vacunarse. No les impidan su protección y nuestra protección como sociedad. Y cuidémonos todos.
Fuente ABC