Por Davide Pereira -Especial Agencia de Noticias Total-TNA-
La eutanasia es la conducta de abreviar la vida de un enfermo terminal o sometido a dolores y sufrimientos físicos o psicológicos intolerables.
La idea básica de la práctica de la eutanasia es que todo individuo tiene derecho a poner fin a su vida si se enfrenta a alguna de las situaciones descritas anteriormente.
Etimológicamente, este término tiene su origen en el griego eu + thanatos, que puede traducirse como “buena muerte” o “muerte sin dolor”.
La eutanasia es un tema controvertido. Hay países con una legislación específicamente definida sobre su práctica, mientras que otros la rechazan categóricamente por diversas razones, principalmente religiosas y culturales.
En general, la eutanasia implica una muerte suave e indolora, evitando prolongar el sufrimiento del paciente. Pero, por otro lado, la eutanasia también puede interpretarse como el acto de matar a una persona o ayudarla a suicidarse. El motivo de la polémica consiste precisamente en la confrontación entre estas dos afirmaciones.
La eutanasia puede producirse por varios motivos: porque el paciente lo desea; porque el enfermo representa una amenaza para la sociedad (eutanasia eugenésica); o porque el tratamiento de la enfermedad supone un gran gasto económico para la familia, que a su vez no puede permitírselo (eutanasia económica).
Aunque algunas culturas aceptan la eutanasia, la mayoría no lo hace.
Algunos códigos penales consideran la eutanasia como una forma de homicidio, pero en algunos países como Bélgica, Holanda y Suiza se considera una práctica legal.
Hay varios argumentos a favor y en contra de la eutanasia, y los que están a favor afirman principalmente que cada individuo debe tener derecho a elegir entre vivir o morir con dignidad, cuando uno es consciente de que el estado de su enfermedad es tan grave que no merece la pena seguir sufriendo hasta que llegue la inevitable muerte.
Por otro lado, quienes condenan la eutanasia suelen utilizar el argumento religioso de que sólo Dios (el “Creador del Universo”) tendría derecho a dar o quitar la vida a alguien y, por tanto, el médico no debería interferir en este “proceso sagrado”.
En el caso de Portugal, mi país de origen, el año pasado, 2021, nuestro Presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa se enfrentó a la cuestión de la Ley de Eutanasia con las opciones: poder vetar, promulgar o devolver el texto al Tribunal Constitucional. En ese momento, tenía ocho días para decidir si remitir el título al Tribunal Constitucional.
En este momento diría que el diploma respectivo está a la espera de un nuevo “respiro” tras las elecciones legislativas del 30 de enero… por lo que quedan abiertos todos los escenarios constitucionalmente admitidos respecto a la cuestión de la Eutanasia: promulgación, veto, o sometimiento al Tribunal Constitucional.
Pero todas estas posibles “gestiones” que son de la ley, bien pueden ser un refugio detrás de ellas, para que Rebelo Marcelo de Sousa intente acallar su conciencia católica-cristiana que ruega y dice, “…no matarás”. Éxodo 20:13 ( Biblia ).
Para el diputado italo-brasileño Dr. Luis Roberto di Ivrea, de A LIGA, Italia, férreo defensor de la vida, “la eutanasia es una aberración jurídica más que los gobiernos del mundo están poniendo en marcha para deshacerse de las personas que tienen alguna dificultad, así como para entrar en la vida de las personas que tienen tendencia al sufrimiento y asistir al suicidio físico asistido, que es la eutanasia”.
Según la información oficial recabada, esta segunda versión del diploma fue aprobada el pasado 5 de noviembre, con 138 votos a favor, 84 en contra y cinco abstenciones.
La redacción final del texto se publicó en el Diário da Assembleia da República -el último paso legal antes de ir a Belém- a finales de la semana pasada, pero entonces fue objeto de una reclamación por parte del CDS, que impugnó una enmienda introducida en el título tras la votación final.
Se trata de la sustitución de la expresión “anticipación de la muerte” por “muerte médicamente asistida”, acordada en una reunión de la comisión parlamentaria de Asuntos Constitucionales y justificada por la “normalización del texto”.
“De las palabras falsas te apartarás, y no darás muerte al inocente y al justo, porque no justificaré al impío…” Éxodo 23:7 ( Biblia ).
Cambios que se extienden a varios artículos del diploma y que, para el CDS (que no estaba presente en esa reunión de la comisión) “faltan al respeto y violan de forma flagrante, inadmisible e inaceptable” la votación en el pleno, realizada anteriormente. Ahora se somete a debate en el Parlamento Europeo. El proyecto de ley fue enviado hoy a la Presidencia de la República.
El referéndum nacional, propuesto por André Ventura, miembro de Chega, mediante una iniciativa popular con más de 90 mil firmas, fue rechazado en el Parlamento.
En un comunicado emitido por la dirección nacional de Chega, se podía leer que “si no hay referéndum es porque la izquierda -y parte de la derecha- tiene miedo de escuchar a los portugueses”.
Hay que recordar que el primer texto, aprobado por los diputados en enero de este año, fue enviado por Marcelo Rebelo de Sousa al Tribunal Constitucional, que, por una mayoría de siete jueces contra cinco, acabó declarando la ley inconstitucional.
Siete jueces en contra del diploma y cinco a favor… la izquierda portuguesa es una mala perdedora.
Para los jueces del palacio de Ratton, varios conceptos eran imprecisos, como era el caso de “lesión definitiva de extrema gravedad, según el consenso científico”.
Una formulación que, para el Tribunal Constitucional, “no permite, ni siquiera atendiendo al contexto normativo en el que se inserta, delimitar con el imprescindible rigor las situaciones vitales en las que puede ser aplicada”.
Pero el Tribunal Constitucional ha dejado claro que la muerte médicamente asistida no es en sí misma contraria a la Constitución.
El diploma que se devolvió en su momento al Presidente de la República, el ya conocido católico Marcelo Rebelo de Sousa, en un país mayoritariamente formado por católicos apostólicos romanos, tenía entonces un nuevo artículo que aclaraba los conceptos de muerte médicamente asistida, suicidio médicamente asistido, eutanasia, enfermedad grave o incurable, lesión definitiva o gravísima, sufrimiento, médico orientador y médico especialista.
“¡Qué aflicción le espera a Nínive, ciudad de asesinatos (“homicidio”; que comete un asesinato; que hace morir a alguien) y de mentiras! Está lleno de riquezas tomadas por la fuerza, y nunca le faltan víctimas…” Num 3:1 ( Biblia ).
La “muerte médicamente asistida” se define como aquella que “se produce por decisión de la propia persona, en ejercicio de su derecho fundamental a la autodeterminación y al libre desarrollo de la personalidad, cuando es realizada o asistida por profesionales sanitarios”.
En relación con la “lesión definitiva de extrema gravedad”, se considera ahora como “la lesión grave, definitiva y en gran medida incapacitante que coloca a la persona en una situación de dependencia de terceros o de apoyo tecnológico para realizar las actividades básicas de la vida diaria, con la certeza o muy alta probabilidad de que dichas limitaciones persistan en el tiempo sin posibilidad de curación o mejora significativa”.
Polonia y Rumanía son países en los que prevalece el catolicismo y el buen sentido de la cultura y la tradición judeocristiana, todo indica que pronto darán un “portazo” al Parlamento Europeo.
La eutanasia es un crimen y un puño cerrado en un brazo levantado contra el Creador.