“Eso conllevará una respuesta económica dura y coordinada que he abordado en detalle con nuestros aliados”, añadió, dirigiéndose a la prensa antes de una reunión dedicada a su proyecto de infraestructura. “No debe haber duda alguna: si Putin toma esta decisión, Rusia lo pagará muy caro”, insistió.
“Este no es el único escenario para el que debemos estar preparados. Rusia tiene una larga experiencia en medidas de agresión que no son acciones militares abiertas”, precisó, refiriéndose a posibles “acciones realizadas por soldados rusos que no visten uniforme ruso” o “ciberataques”.
¿Qué dijo?
Biden suscitó polémica el miércoles al plantear su convicción de que Rusia realizará una incursión en Ucrania, a la vez que dijo que la respuesta de su país “dependería” en caso de que la misma fuera “menor”.
“Queremos recordar a las grandes potencias que no hay incursiones menores ni naciones pequeñas”, replicó ayer el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en Twitter.
Ucrania pretende ingresar a la OTAN y salir así de la tradicional esfera de influencia rusa. Para el Kremlin eso es inaceptable ya que conllevaría la posibilidad de que la Alianza Atlántica despliegue tropas y armas –incluso nucleares– en su frontera sudoeste.
Ante eso, Moscú apostó decenas de miles de tropas al otro lado del límite con Ucrania, lo que reverdeció los temores occidentales que en su momento suscitaron la ocupación de la península de Crimea y su apoyo a los separatistas prorrusos del este de ese país.
La oposición republicana tronó contra Biden, ante lo cual Kamala Harris, la vicepresidenta, también salió a poner paños fríos.
En una tensa entrevista en el programa “Today” de NBC, la conductora Savannah Guthrie le preguntó a Harris si Biden le dio con sus dichos del miércoles luz verde a Putin “para darle un mordisco a Ucrania”.
“El presidente ha sido muy claro y nosotros, como Estados Unidos, somos muy claros”, respondió la vicepresidenta. “Si Putin toma medidas agresivas, estamos preparados para imponerle costos serios y severos. Punto”, agregó.
La polémica tomó al secretario de Estado, Antony Blinken, en Berlín, donde intentaba fortalecer un frente común contra Rusia. El funcionario se reunirá hoy con su par ruso, Serguéi Lavrov, en Ginebra, un encuentro considerado clave para el futuro del conflicto.
Ecos
Cualquier violación por Rusia de la soberanía territorial de Ucrania “nos devolvería a una época peligrosa e inestable, cuando este continente estaba dividido en dos y con la amenaza de una guerra total planeando sobre nuestras cabezas”, dijo.
“Cualquier violación” de la frontera ucraniana provocará una reacción “rápida y severa” de Estados Unidos, advirtió.
Su tono duro recogió las preocupaciones de los aliados. Su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian, presente en Berlín, indicó, por su lado, que los rusos no deben intentar forjar un “Yalta 2”, un nuevo reparto de esferas de influencia entre el Este y el Oeste, 77 años después de la conferencia que diseñó la Europa de postguerra.
En Londres, el primer ministro británico Boris Johnson calificó de “desastre para todo el mundo” una eventual invasión rusa de Ucrania.
Fuente Ambito