La movida representa el inicio de un juego que se desarrolla en un plano inclinado.
Mantener unidos el Quirinale y el gobierno es la apuesta de Enrico Letta, el secretario general del Partido Democrático (PD) y también de Giuseppe Conte, líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), que sólo puede mantener unidos a sus grupos parlamentarios garantizando la continuación de la legislatura.
“Afrontamos esta difícil transición con nuestros aliados. Con quienes, a partir de hoy, tras el fin de la candidatura de Berlusconi que lo tenía todo bloqueado hasta ayer, acordaremos nombres y propuestas“, escribió el secretario del PD en Twitter.
Aún quedan varios pasos por completar. Matteo Salvini, líder de la Liga, que por la tarde escuchará a todos los líderes del centroizquierda, propondrá nombres del área de centroderecha en las próximas horas para el cargo que, en Italia, suele reservarse a un político de indiscutida trayectoria.
En los grupos parlamentarios hay quienes vuelven a creer en la candidatura del senador Pier Ferdinando Casini, líder de Centristas por Europa.
Sin embargo, la candidatura del actual premier, Mario Draghi, advierten los secretariados, está enteramente en el campo, porque cualquier nombre alternativo -sobre todo si es apoyado por una pequeña mayoría- corre el riesgo de hacer estallar al gobierno.
Un nuevo mandato de Sergio Mattarella aparece lejos, sólo llegará ante un estancamiento irreversible.
Fuente Ambito