
En 1997, con apenas 10 años, Gerard empezó a dar sus primeros pasos en las divisiones inferiores del Barca, club en el que todavía milita. Para ese entonces, Shakira ya era toda una figura.
Mientras el por entonces adolescente anónimo soñaba con debutar en el primer equipo, en el otro rincón del mundo ella, ya una veinteañera, editaba ¿Dónde están los ladrones?, su segundo álbum de estudio, su catapulta a la fama. Vendió más de 10 millones de discos en todo el mundo y canciones como “Tú”, “Ciega, sordomuda”, “Inevitable” y “Ojos así” rápidamente escalaban -y se posicionaban bien alto- en los distintos rankings musicales.
En 2010 se jugó el Mundial de Sudáfrica, con el defensor como titular en la selección campeona. La cantante había sido convocada para componer el tema oficial de la competencia. La canción se tituló “Waka Waka” y del videoclip participaron varios futbolistas, entre ellos, Piqué. Dicen los que estuvieron en el rodaje que el flechazo fue inmediato.
En 11 de junio se cruzaron en la ceremonia de apertura. Él sabía que esa podría ser su última chance que tenía para acercarse a ella. Tiempo después, ya con la relación afianzada, Piqué daría detalles sobre aquellos días: “Todo empezó cuando estábamos en Sudáfrica y le escribí. Ella estaba ahí porque cantó en la ceremonia de apertura. Me acuerdo que le pregunté cómo estaba el clima”.
Sin embargo en 2010 no empezó el romance, más allá de que intercambiaron números de teléfono y comenzaron a hablar. Al menos eso es lo que dicen ellos, porque para ese entonces la colombiana todavía estaba en pareja con Antonio De la Rúa. Incluso, hubo otro encuentro en un recital en Madrid al que llegaron por separado. Él la vio y la invitó a tomar un mojito. Ese habría sido el inicio de todo.
Hoy la relación se mantiene afianzada, ambos son padres de Milan, nacido en 2012 y de Sasha en 2015 y más allá de algún que otro rumor de crisis, lograron sobreponerse y conforman una de las parejas más afianzadas entre todas las celebridades.