Paredes llenas de grafitis o de carteles de conciertos ya pasados, alguna cabina telefónica en desuso pero que se mantiene en pie, postes de Correos, cristaleras de céntricos edificios madrileños abandonados o en el metal de las señales de tráfico y semáforos. Cualquier lugar es bueno para mandar un mensaje contra la invasión rusa que sufre Ucrania. Y eso está haciendo David Torres, un madrileño responsable de una agencia de publicidad que está llenando cada rincón de Madrid con carteles contra Vladimir Putin. Ha impreso ya 4.000 pancartas y colocado entre 2.000 y 2.500 en solo dos días en el interior de la M-30, sobre todo en el distrito de Centro, pero no piensa parar. Solo hay una cosa que lo frenaría, aunque se antoja lejana y complicada: que la guerra finalice. «No es una iniciativa contra Rusia, sino contra Putin y a favor de la paz», explica el ideólogo de los carteles, que se inspiró en las pintadas anónimas contra el líder del Kremlin que se están sucediendo en Rusia. O en la falsa portada de ‘Time’ que lo compara con Adolf Hitler. En blanco y negro, con el mensaje «Parad la guerra» en inglés y en ruso y con una caricatura de Putin con pelo y bigote, los carteles de Torres han llegado ya al exterior de la estación de Metro de La Latina, Gran Vía, Plaza de España frente al hotel Riu, el barrio de las Letras, Chueca y Malasaña. «Queremos aportar nuestro granito de arena y trasladar a Madrid los grafitis que ya están haciendo en Rusia», continúa el creador. Uno de los carteles pegado en la Plaza de EspañaLa idea comenzó a rondarle la cabeza el jueves por la noche, tras ver en internet y redes sociales algunos dibujos contra el dictador. Inmediatamente, se puso a adaptar el diseño, lo mandó a imprimir el viernes y este sábado comenzó la particular pegada de pasquines. «En la calle, hay ocho pegadores entre furgonetas, motos y gente andando. A ellos, muchos de los paseantes les piden que le den algún cartel. Lo quieren poner en sus portales, ventanas o barrios», explica Torres al otro lado del teléfono. Por supuesto, lo regalan a todo aquel en la vía pública se lo demande. «Nos preguntan mucho qué significa lo que está escrito en ruso [«no a la guerra»], notamos mucha curiosidad y apoyo. Y eso que solo ha pasado una noche desde que empezamos a instalarlos», continúa. Carteles frente al Metro de La LatinaGracias a la acogida y respuesta que están notando en los ciudadanos, se plantean imprimir más. «Vamos a seguir pegando hasta que se gasten los 4.000 que hemos impreso, pero ya pensamos hacer más. No sé si con el mismo diseño o con otro, aunque ojalá no fuese necesario porque eso significaría que la guerra ha terminado», dice el publicista, diseñador también de pósteres de conciertos o programación teatral, algunos de los cuales puede estar tapando ahora con las caricaturas. Su objetivo no es otro que «ayudar a concienciar» y «sumar» entre las múltiples voces que ya se han alzado contra el Kremlin y la actuación de su dirigente a consecuencia de la ofensiva desatada. Por eso, llegarán pronto a otros barrios situados en el perímetro interior de la principal carretera madrileña. Un mensaje en blanco y negro pero con la fuerza necesaria para unirse a todos los que ya claman contra la muerte, las bombas y disparos ordenados por líder de la nación más grande del mundo.
Fuente ABC