La inflación en Estados Unidos apenas ha bajado con respecto al mes anterior y, además, lo ha hecho por debajo de las estimaciones, que apuntaban a que el dato bajaría cuatro décimas. Se trata del primer descenso de la tasa en ocho meses, gracias a la moderación de los precios energéticos; sin embargo, la inflación más alta en cuarenta años solo ha descendido desde el 8,5% de marzo hasta el 8,3%.
Esta cifra es el que los inversores toman como referencia para valorar si las medidas tomadas por la Reserva Federal de Estados Unidos están siendo suficientes para combatir la inflación, o no.
Entre tal incertidumbre, se ha producido una gran oleada de ventas en la renta variable durante las últimas semanas. Al cierre de la jornada anterior, Wall Street cerró con pérdidas más moderadas que las de los días anteriores, y aunque los futuros de la sesión apuntaban a que la de hoy sería más positiva; la publicación del dato ha cambiado las subidas de en torno al 1% a caídas moderadas de más de un 1% para el índice de referencia de las tecnológicas tras la apertura.
La renta fija tambíen se resiente, y los rendimientos del bono de EEUU a diez años -de referencia- prosiguen con su escalada. La rentabilidad se sitúa en el 3,076%, un nivel que no se veía desde finales de 2018.
El mercado también ha tenido que lidiar con la presión que la guerra en Ucrania está teniendo sobre los precios de las materias primas, sobre todo las energéticas; así como con el impacto de la estricta política de covid cero de China, que ya está ocasionando congestiones en los puertos y retrasos en las exportaciones de todo el mundo.
Hasta ahora, el banco central ha subido en dos ocasiones los tipos de interés. Primero, en 25 puntos básicos y, este mes, en 50. La institución dirigida por Powell ha optado por el ritmo más rápido de endurecimiento de la política monetaria en décadas, y durante su última reunión no solo anunció la mayor alza de las tasas de interés en veintidós años, sino también la reducción de su balance a partir del 1 de junio, para conseguir alcanzar un terreno “neutro” de estímulos económicos.
“La normalización hacia el objetivo de inflación del 2% de la Fed será un largo camino. Pero vemos espacio para cierto alivio del impacto despiadado de las medidas de la Fed, de rentabilidades de los bonos cada vez más altas y riesgos de recesión, en mercados de acciones muy estresados”, comenta Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro, antes de la publicación del informe.
La inflación en Estados Unidos apenas ha bajado con respecto al mes anterior y, además, lo ha hecho por debajo de las estimaciones, que apuntaban a que el dato bajaría cuatro décimas. Se trata del primer descenso de la tasa en ocho meses, gracias a la moderación de los precios energéticos; sin embargo, la inflación más alta en cuarenta años solo ha descendido desde el 8,5% de marzo hasta el 8,3%.
Fuente El Confidencial