El director general de la Administración de Aduanas e Impuestos Indirectos (ADII), Nabyl Lakhdar, se contradijo ayer –primero negó la posibilidad y luego matizó– sobre la posibilidad de establecer las aduanas en Ceuta (sería la primera desde la independencia marroquí) y Melilla (aquí sí hubo pero se cerró hace cuatro años). Primero, en una entrevista en semanario ‘TelQuel’ negó tal posibilidad: «Para iniciar operaciones comerciales, se debe construir infraestructura. Actualmente, ni siquiera las condiciones geográficas lo permiten. Además, este no es un tema candente. Los pasos de Ceuta y Melilia son solo pequeños corredores. El control aduanero requiere mucho más que eso. Necesitamos varias decenas de hectáreas para construir áreas de visitas, controles, etc. La configuración actual del paso de Ceuta no permite esto. No tenemos el área necesaria para considerar un proyecto de este tipo». Después, ya a la agencia Efe, quiso matizar las declaraciones: «Es un tema político dirigido por los ministerios de Interior de Marruecos y de España […] La Administración de Aduanas ejecutará todas las decisiones que tomen las autoridades políticas». El responsable marroquí apuntó que él ha comentado con sus homólogos españoles las dificultades geográficas que presenta la estructura actual de ambos pasos de cara al paso de camiones y remolques sin molestar el tránsito de los pasajeros, pero añadió que cuando se tome la «decisión política, la vamos a aplicar» aportando los cambios necesarios, informa Efe. «De control aduanero»
Precisamente, el punto 3 de la declaración conjunta firmada por España y Marruecos, tras el encuentro entre Pedro Sánchez y Mohamed VI el pasado 7 de abril, hacía mención expresa a esa posibilidad en los siguientes términos: «La plena normalización de la circulación de personas y mercancías se restablecerá de manera ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo». Fuentes gubernamentales consultadas por ABC admiten de la «dificultad de avanzar en la negociación en este punto». Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla esperan a la apertura de la aduana comercial con ganas, ya que significaría la vuelta del flujo económico perdido con las provincias de Tetuán y Nador. Ese mismo que ahora está interrumpido entre España y Marruecos por las fronteras terrestres, no así por las marítimas o las aéreas. No hay cruce de mercancías por los pasos fronterizos africanos entre ambos países. «Sólo dejamos que crucen unos diez kilos por persona, cuando vemos que es algo para una casa o para el consumo propio», reconocía un guardia civil a ABC hace unos días. Algo que corroboraban los usuarios. «Traía doce tartaletas. Les dije que eran para casa y me dejaron pasarlas», aseveraba un ceutí que esperaba a su esposa junto a la verja. Es lo único que se permite. Se ha segado de raíz el comercio. Ya no entran coches ni ciudadanos a las tiendas de Ceuta o Melilla. Sin aduana no hay regulación de qué se puede pasar y qué no.
Fuente ABC