La vez anterior que el PP provincial de La Coruña celebró su romería en O Pino, Pablo Casado venía de cosechar el durísimo varapalo de las elecciones generales de abril de 2019. Entonces, Alberto Núñez Feijóo desplegó una suerte de manto protector para amparar al noqueado líder nacional de su partido, con 4.000 fieles entregados a modo de terapia de grupo. Tres años después, sobre la ola de las elecciones andaluzas y las encuestas favorables, ahora la estrella de la romería es Feijóo. La cita registra un ánimo bien distinto. El caballo de batalla del líder popular viene dado por la coyuntura económica. Y sobre él, una propuesta al Gobierno: «Si queremos hablar en serio para controlar la inflación, estamos a su disposición, pueden contar con nuestros votos y solidaridad, pero si no quereis, es vuestra responsabilidad y vuestro fracaso», pero no debe ser «el fracaso de España». El diagnóstico de Feijóo ha sido severo. «España vive una situación económica crítica, nuestra economía está dando los signos balbuceantes de un parón económico», y ha puesto como ejemplo las raquíticas dos décimas de crecimiento «de este último trimestre». «Todas las estimaciones del Gobierno han fallado, todas». Sobre todo ha incidido en una inflación «desbocada», «y quien peor recibe el incremento de los precios no son los poderosos, ni los que más dinero tienen», sino «las rentas más modestas, las más bajas, las más débiles», escenario al que se le va a sumar la subida de intereses «a las familias con hipotecas, los autónomos con créditos y las pymes que deben dinero a los bancos». El presidente nacional del PP ha advertido que «miles y millones de familias no pueden llegar a final de mes», pidiendo a Pedro Sánchez «que deje de inventarse conspiraciones y vuelva a la realidad de España». «El único poder económico al que le resulta incómodo es al poder adquisitivo de los españoles», ha replicado al jefe del Ejecutivo. (En ampliación)
Fuente ABC