El Presidente había ido a pasar el día al club de campo Puerto Panal, en las afueras de Zárate, cuando lo sorprendió la decisión del ex ministro.
Alberto Fernández había terminado de almorzar en familia y con algunos colaboradores en la casa del empresario Fabián De Sousa, uno de los dueños del Grupo Indalo y socio de Cristóbal López, en el exclusivo club de campo Puerto Panal, en Zárate, cuando lo llamó Martín Guzmán para avisarle que presentaría la renuncia como ministro de Economía a través de las redes sociales.
Así lo confirmaron a este diario altas fuentes oficiales, que aseguraron que el Presidente recién dejó el club de campo, ubicado en el camino provincial 38, entre Lima y Zárate, en la provincia de Buenos Aires, a última hora de la tarde: lo esperaban en Olivos buena parte de sus colaboradores más cercanos para analizar el reemplazo y los pasos a seguir por la crisis político y económica en la que se encuentra el Gobierno tras la salida de Guzmán, el ministro más apuntado por Cristina Kirchner y La Cámpora.
Fernández y De Sousa, dueño del canal C5N y de Radio 10, entre otros medios de Indalo, mantienen desde hace tiempo un buen vínculo a pesar de que últimamente había habido entre ambos ciertos chispazos por el rumbo de la gestión.
El Presidente, según resaltaron, estuvo acompañado, entre otros, por Julián Leunda, su vicejefe de Asesores -uno de los colaboradores de mayor confianza-, que trabajó en C5N y que suele hacer de nexo entre el jefe de Estado y el empresario de medios. Leunda trabajó varios años con De Sousa y con López, un empresario que también tiene una larga relación con el Presidente, vínculo que no se rompió ni siquiera cuando Fernández se distanció de Cristina Kirchner.
Puerto Panal se hizo célebre durante el kirchnerismo por Julio de Vido: el ex ministro de Planificación Federal había adquirido una chacra en la que criaba palomas. También trascendió en su momento que Máximo Kirchner se había interesado por el lugar a través de algunos allegados. En su momento, la revista Noticias publicó incluso que la chacra de De Souza estuvo a nombre de Osvaldo Sanfelice, socio de Máximos Kirchner en Santa Cruz.
En la previa del fin de semana, las especulaciones en torno a la renuncia del ministro de Economía y de algunos otros integrantes del gabinete habían ido in crescendo. Trascendió, de hecho, que el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, podía esta vez sí volver a Casa Rosada o al Palacio de Hacienda como parte de una reestructuración de la gestión que hasta esta semana el Presidente había resistido en medio de la interna con la ex Presidenta, que este sábado volvió a encabezar un acto partidario con durísimas críticas al rumbo del programa económico y la conducción presidencial.
Mientras Fernández pasaba la tarde en el club de campo bonaerense, desde el entorno del líder del Frente Renovador aseguraron que el ex intendente se enteró de la renuncia del ahora ex ministro en la cancha del club Tigre y que este sábado por la noche tenía previsto visitar a su hermana por el cumpleaños. “Sigue la situación por teléfono”, lo excusaron sus colaboradores.
La renuncia de Guzmán lo encontró al jefe de Estado en un momento de extrema debilidad política y cuestionado ya no solo por el kirchnerismo si no hasta por sus propios colaboradores. De hecho, varios de ellos le pedían que se desprenda del ministro de Economía, que decidió unilateralmente dejar el Palacio de Hacienda cuando entendió que de las dificultades para tomar decisiones en el plano energético, comercial y del dólar.
“Con la profunda convicción y la confianza en mi visión sobre cuál es el camino que debe seguir la Argentina, seguiré trabajando y actuando por una Patria más justa, libre y soberana”, escribió el ex funcionario en Twitter junto a una carta con las razones de su renuncia mientras el Presidente empezaba a ver las repercusiones en las redes desde las afueras de Zárate y Cristina Kirchner promediaba su discurso desde Ensenada.
Fuente Clarin