
Ante la amenaza de una crisis energética avivada por los recortes de gas ruso, los ministros, reunidos en Bruselas, pactaron un draconiano plan de ahorro propuesto la semana pasada por la Comisión Europea (CE, órgano ejecutivo de la UE). El contenido fue modificado, aunque sus grandes líneas permanecieron iguales.
El documento aprobado prevé que cada país haga “todo lo posible” para reducir en al menos un 15% el consumo de gas natural entre agosto y marzo del año que viene en relación con el promedio media de los últimos cinco años.
Recién en caso de “riesgo grave de penuria”, un mecanismo hará obligatoria esa reducción, pero el objetivo será adaptado a las realidades de cada país a través de una serie de exenciones, algo que facilitó el aval de gobiernos que se oponían, como los de España, Polonia, Portugal y Grecia.
“Este compromiso colectivo es muy significativo y nos ayudará a reponer los ‘stocks’ antes del invierno” del hemisferio norte, celebró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Peligro
La compañía estatal rusa Gazprom anunció el lunes que reducirá a partir de hoy el suministro de gas a Europa por el ducto Nord Stream 1 a solo 33 millones de metros cúbicos diarios. Esta cifra supone alrededor del 20% de la capacidad de dicha infraestructura.
Rusia alega la necesidad de mantenimiento de una turbina, proceso que se complica por las sanciones occidentales, pero la UE acusa al Gobierno de Vladímir Putin de usar su energía como “arma” en respuesta a dichas medidas, adoptadas por la invasión a Ucrania del 24 de febrero.
Un portavoz del Kremlin dijo ayer que la reducción del suministro se debía a las sanciones occidentales tomadas contra Rusia tras la invasión de Ucrania. “Si no hubiera sido por estas restricciones, todo se hubiera cumplido dentro del plazo habitual, sin llegar a la situación que vemos hoy”, aseveró.
“La UE está unida y solidaria. Esta decisión (sobre el gas) dejó claro que los Estados miembros se opondrán a cualquier intento ruso de dividir a la UE utilizando el suministro energético como arma”, declaró el ministro checo de Energía, Jozef Sikela, en Bruselas.
Su homólogo luxemburgués, Claude Turmes, comentó a su vez que reducir el consumo de gas es “la mejor manera de hacer frente al chantaje con gas de Putin”.
Disidencia
De los 27 Estados miembros, Hungría fue el único que votó en contra del plan. “Se trata de una propuesta injustificable, inútil, inaplicable y perjudicial”, dijo canciller Peter Szijjarto, cuyo Gobierno es afín al ruso.
El plan de ahorro energético pretende aunar esfuerzos en caso de emergencia para ayudar sobre todo a Alemania, muy dependiente de ese recurso y cuya industria está muy ligada a las del conjunto de la UE.
“Si la industria química de Alemania tose, toda la industria europea puede detenerse”, advirtió la ministra francesa de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher.
Hasta el año pasado, cerca del 40% de las importaciones de gas de la UE provenían de Rusia. El espectro de una interrupción total del suministro ruso del hidrocarburo haría caer en la recesión a la eurozona, advirtieron las organizaciones empresariales.
Violencia
Tras más de cinco meses de un conflicto que ya ha causado miles de muertos y millones de desplazados, Rusia seguía ayer bombardeando el este y el sur del territorio invadido, donde centra su ofensiva, presuntamente con miras a una anexión.
Las autoridades ucranianas denunciaron bombardeos “masivos” cerca del puerto de Odesa y en la ciudad de Mikolaiv, ambas a orillas del mar Negro.
“En Odesa, se alcanzaron edificios residenciales de las aglomeraciones costeras sin dejar víctimas, según las primeras informaciones”, indicó el ejército ucraniano.
El cuerpo armado también informó de bombardeos en la región de Mikolaiv, más al este, donde se apuntó “la infraestructura portuaria”.
Estos nuevos ataques se producen después de otro el sábado en Odesa, el mayor puerto de Ucrania, apenas un día después de que se firmara un acuerdo entre Kiev y Moscú para exportar los granos a través de “corredores seguros” por el mar Negro.
El ataque generó una oleada de condenas y generó dudas sobre la posibilidad de implementar el histórico convenio, auspiciado por la ONU con la mediación de Turquía. El lunes, Kiev aseguró sin embargo que esperaba reanudad las exportaciones “esta semana”.
En el este, tres civiles murieron las últimas 24 horas en la región de Donetsk, según el gobernador Pavlo Kyrylenko.
En esa región, que junto a la de Lugansk conforma el Donbás, también fueron bombardeadas la madrugada de ayer Toretsk, Avdivka, Márinka y Krasnogórivka, según la misma fuente. El funcionario también informó de ataques en Bajmut y Sloviansk.
Fuente Ambito