Fueron seis temporadas de una serie que sin dudas, y contra todos los prejuicios, logró instalarse entre los fanáticos de la serie que le dio origen y también sumar nuevos adeptos por merito propio. Una precuela que a su vez funcionó como secuela, pero que también logró dar otros puntos de vista a la historia ya conocida. Eso y mucho más hizo Better Call Saul una de las mejores series de los últimos tiempos.
¿Qué harías si tuvieses una máquina del tiempo?
Yendo a lo que fue el episodio final titulado “Saul Gone” (traducido como “Ya no queda nada”), luego de ser descubierto por Marion (Carol Burnett) Saul intenta emprender una huida que rápidamente es desactivada por la policía. Tras ser atrapado en un contenedor de basura y experimentar una pequeña crisis, Saul vuelve a ser Saul. Esta dispuesto a utilizar todas sus cartas para lograr salirse con la suya y hace gala de todos sus trucos para que el sistema juegue a su favor. Por un momento parece ser que así será, pero una vez más Kim (Rhea Seehorn) vuelve a aparecer para cambiarlo todo.
Better Call Saul fue en cierta forma un viaje en el tiempo, el pasado y el futuro de Breaking Bad, la pregunta ¿Qué harías si tuvieses una máquina del tiempo? es el hilo conductor de tres flashbacks que traen por última vez a Mike (Jonathan Banks), Walter White (Cranston) y a Chuck (Michael McKean) el fallecido hermano de Jimmy. Estas tres escenas, excelentemente concebidas dentro de la estructura del episodio, sirven para resaltar aun más la importancia de Kim para Jimmy. Al final no todo era el dinero, no siempre Jimmy fue así y al menos al final de cuentas, si estuvo ahí para alguien más allá de el mismo y esa es Kim.
El último baile de Saul Goodman
El de Seehorn es uno de los personajes más interesantes de Better Call Saul, quizás el hecho de ser una creación original de la serie dentro de este universo le dio una frescura que a otros personajes por momentos les faltaba por el hecho de ya conocer sus destinos. Kim siempre fue el vehículo para que el público pudiera ver a Jimmy y no tanto a Saul y su aparición en este último episodio no hace más que confirmar esto.
No cabe dudas de que la muerte de Howard (Patrick Fabian) fue un punto de quiebre para la relación entre Jimmy y Kim, fue lo que los separó pero también fue lo que de alguna manera los volvió a juntar al menos una última vez.
Subjetivamente debo decir que Vince Gilligan y Peter Gould nos han dado en estos catorce años una historia que se mete en el podio de las ficciones más importantes de la historia de la televisión. Se supone que Better Call Saul es la despedida, pero si algo sabemos en esta industria es que nunca un adiós, por más largo que sea, puede ser definitivo. Mientras tanto nos quedan tres productos de altísima calidad para disfrutar y revisitar cuantas veces queramos.
Better Call Saul, Breaking Bad y El Camino están disponibles en Netflix.