“La Policía Nacional ha ingresado a la Curia Episcopal de nuestra Diócesis de Matagalpa y se ha llevado” a monseñor Álvarez; “aún no se conoce su paradero. Alertamos a la comunidad internacional y nos sumamos a la cadena de oración”, dijo en Twitter el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam).
“Lo sacaron con violencia y no se sabe para donde se lo llevaron”, dijo a la AFP Vilma Núñez, presidenta del Centro nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), en base a diversas fuentes consultadas por su entidad en Matagalpa. Hasta el momento no existe información oficial sobre el caso.
La propia diócesis de Matagalpa, en el norte de Nicaragua, alertó la madrugada del viernes del ingreso de la Policía a la residencia del obispo. También se desconoce el paradero de quienes acompañaban a Rolando Álvarez en la curia.
“Qué indignante, se han llevado a Monseñor Rolando Álvarez, con los sacerdotes que estaban con él. Basta ya de tanto silencio!, hablen quienes tienen que hablar y dar la cara, a eso se le llama pecado de omisión“, dijo el sacerdote Edwing Román, exiliado en Miami, en redes sociales.
El obispo sitiado en su curia
El obispo estaba retenido en la curia junto a una decena de personas desde el pasado 4 de agosto. La policía sitió el lugar días después de que Álvarez denunciara el cierre por parte de las autoridades de cinco emisoras católicas y reclamara al gobierno de Daniel Ortega respeto a la libertad religiosa.
La policía anunció que la Diócesis de Matagalpa es investigada por intentar “organizar grupos violentos” e incitar al “odio” para “desestabilizar al Estado de Nicaragua”.
“Dictadura secuestra esta madrugada a monseñor Rolando Álvarez, siguen en una cacería infernal contra la iglesia. Más de 190 ataques, templos profanados, 3 sacerdotes encarcelados, 18 monjas expulsadas como delincuentes, decenas de radioemisoras cerradas”, dijo en Twitter Arturo McFields, exembajador de Nicaragua ante la OEA.
Roces del gobierno con la Iglesia católica
La retención del obispo ocurrió en medio de los roces de la Iglesia católica con el gobierno de Ortega, un exguerrillero de 76 años que se mantiene en el poder desde el 2007, amparado en tres reelecciones sucesivas.
La última fue en noviembre del 2021, con sus opositores presos o exiliados y en medio de cuestionamientos internacionales.
El presidente acusa a los obispos de “golpistas” por apoyar las protestas opositoras que pidieron su dimisión en 2018. En medio de la crisis, la Iglesia intentó en 2018 y 2019 mediar un diálogo entre el gobierno y la oposición.
El mandatario reprochó a los obispos haber acogido una propuesta opositora que buscaba resolver la crisis adelantando los comicios del 2021 para recortar su período presidencial.
Desde entonces, las relaciones han ido en deterioro. Este año hubo cierre de medios católicos, entre ellos el canal de la Conferencia Episcopal, y la reciente detención del sacerdote Oscar Benavídez, sin que se conozcan las razones.
También se ilegalizó a la Asociación Misioneras de la Caridad, de la orden de la madre Teresa de Calcuta, que abandonó el país en julio. En marzo ya había sido expulsado al nuncio apostólico, Waldemar Sommertag, quien participó en 2019 en las negociaciones entre gobierno y la oposición.
El miércoles, 26 exjefes de Estado o gobierno de España y América Latina publicaron un llamado al papa Francisco –que no se ha manifestado en público sobre la situación– a adoptar “una firme postura de defensa del pueblo nicaragüense y su libertad religiosa”.
Fuente Ambito