El “Ecce Homo”, la obra que hace diez años fue intervenida de manera grotesca por una mujer que intentó restaurar el desgaste sufrido a lo largo del tiempo, se convirtió en un potente centro de atracción que, desde entonces, convocó a unas 300.000 personas. Esto le generó a la localidad española de Zaragoza, donde se encuentra emplazado el cuadro, ganancias por casi 450.000 dólares en concepto de entradas, derechos de imagen y venta de merchandising.
Fuente Ambito