El deporte paralímpico acelera con la llegada de los nuevos tiempos dentro y fuera del deporte. El número de federados con algún tipo de discapacidad ha crecido un 24% en el último ciclo olímpico, hasta superar las 14.000 fichas. El porcentaje crece hasta el 30% si se compara a las licencias que se tenían registradas al término de los Juegos de Londres 2012. Entre los porqués que explican este notable incremento se encuentra uno relativo a la industria: la mayor apuesta de las marcas por patrocinar al Comité Paralímpico Español (CPE) y su Plan ADOP.
El programa de becas para los deportistas de alto nivel contará con 19 millones de euros en el ciclo que arrancó tras los últimos Juegos de Tokio y que culminará en París 2024. En este camino, el Plan ADOP contará con el apoyo de una treintena de socios, empresas privadas que aportan entre 50.000 euros y 800.000 euros para estar junto a la familia paralímpica, según recoge el informe Paralímpicos, una carrera de obstáculos, un estudio elaborado por 2Playbook con el apoyo de CaixaBank, y en el que más de una veintena de actores relevantes del sector deportivo y del deporte paralímpico han aportado sus reflexiones sobre el presente y futuro del programa.
Muchas de estas marcas dedican una inversión casi equivalente al pago directo en activaciones que dan visibilidad al movimiento paralímpico dentro de la sociedad. Su aportación, intangible, se traduce en un mayor seguimiento por parte de los aficionados y, a mayor visibilidad, más capacidad de generar recursos que reviertan en la carrera de los atletas. Un ejemplo es el de CaixaBank, que en 2019 se convirtió en uno de los socios estratégicos de ADOP y acaba de renovar su apuesta hasta 2024.
Su apuesta responde, asimismo, a los objetivos que tienen hoy las compañías, a las que no les basta únicamente con poner su logo en una equipación deportiva. A las marcas les atrae cada vez más ese ejemplo de superación y éxito que representan los deportistas paralímpicos. Con la Fundación ONCE como gran promotor histórico del Plan ADOP, junto al Gobierno, en la última década se han sumado nuevas marcas que también apoyan al movimiento con aportaciones como becas de estudios o trabajo en sus propias empresas. En esta lista destacan empresas privadas como Toyota, AXA, Telefónica, Allianz, Iberdrola, Cola-Cao, Sanitas o ElPozo, entre otras.
Con ello, el CPE ha logrado confeccionar un presupuesto que, en año olímpico, supera los 7 millones de euros. Las partidas van en aumento con el paso del ciclo, en el que arrancó con 4,2 millones en 2017 –incluyendo el Plan ADOP– para un total de cerca de 23 millones, tras el alargue obligado del plan de preparación para Tokio motivado por la pandemia. Para sobrellevar el golpe de la Covid, el Consejo Superior de Deportes (CSD) aportó 1,9 millones para que durante 2020 las becas llegaran íntegras y a tiempo a los deportistas.
En este punto, las federaciones deportivas están en un proceso de integración de las modalidades y deportistas paralímpicos en sus organismos. Varias lo han ido acoplando por interés propio, pero para el resto la nueva Ley del Deporte les obligará a acoger a estos atletas en un paso hacia la igualdad de oportunidades y la optimización de los recursos. Este movimiento del Gobierno también podrá traer ingresos a las federaciones, bien por las fichas como por los patrocinadores que quieran estar presentes dando apoyo a sus nuevos integrantes.
Además, el movimiento paralímpico busca un nuevo filón en la comunicación. Las audiencias han ido a la baja en los dos últimos Juegos, penalizados por el salto horario de Europa, Latam (Río 2016) y Asia (Tokio 2020), pero los atletas están cada vez más activos en las redes sociales para crecer en audiencia y, con ello, tratar de ser influencers del deporte desde su particular prisma. Con la televisión, pese a la caída de la audiencia –un 77% menos en Tokio respecto a Londres 2012–, casi 11 millones de españoles vieron en algún momento los Juegos Paralímpicos. Rtve emitió 197 horas –16 horas más que en Río–, y captó 1,1 millones de espectadores a través de su web de Rtve. Los expertos destacan que la normalización del deporte paralímpico pasa por sumar audiencia más allá de las dos semanas de los Juegos. Y en este objetivo, plataformas como Netflix, Disney o Amazon podrán jugar un papel fundamental, visibilizando el esfuerzo y los valores de estos atletas, pudiendo llegar también a un perfil de consumidor alejado del nicho del deporte.
La cantera, otro filón
En el CPE han sabido abrazar esta tendencia alcista en el interés por el paralimpismo y, desde hace unos años, cuenta con equipos de cantera (Promesas Paralímpicas), especializados cada uno de ellos en una disciplina. Por ahora cuenta con ocho equipos, de los que siete cuentan con un patrocinador: CaixaBank (triatlón), AXA (natación), Liberty Seguros (atletismo), Cofidis (ciclismo), Allianz (deportes de invierno) y, los dos últimos en llegar, Dingonatura (piragüismo) y Verallia (tenis de mesa). En busca de una marca se encuentra el equipo de bádminton.
Entre los retos del futuro, los expertos destacan en el informe la necesidad de sacar el mayor provecho posible a la tecnología, cuya evolución ha permitido al deporte paralímpico alcanzar cotas antes inimaginables. A ello se ha de sumar una inversión pública y privada para que los recintos deportivos sean de acceso libre para todos y que su equipamiento pueda ser utilizada también por las personas con discapacidad.
Y como el resto de la industria deportiva, la profesionalización del movimiento paralímpico es otra de las claves de futuro. Para ello –explican los expertos–, será clave las sinergias entre los patrocinadores y los organismos deportivos para implementar programas y proyectos que fomenten la práctica deportiva y la detección del talento joven.
El deporte paralímpico acelera con la llegada de los nuevos tiempos dentro y fuera del deporte. El número de federados con algún tipo de discapacidad ha crecido un 24% en el último ciclo olímpico, hasta superar las 14.000 fichas. El porcentaje crece hasta el 30% si se compara a las licencias que se tenían registradas al término de los Juegos de Londres 2012. Entre los porqués que explican este notable incremento se encuentra uno relativo a la industria: la mayor apuesta de las marcas por patrocinar al Comité Paralímpico Español (CPE) y su Plan ADOP.
Fuente El Confidencial