“Tenemos tiempo y podemos esperar”, dijo una fuente cercana a las autoridades rusas, que no quiso ser mencionada porque no está autorizada a hablar con los medios de comunicación.
“Va a ser un invierno difícil para los europeos. Podríamos ver protestas y disturbios. Algunos líderes europeos podrían pensarse dos veces el seguir apoyando a Ucrania y que es el momento de llegar a un acuerdo”.
Una segunda fuente cercana al Kremlin dijo que Moscú pensaba que ya podía detectar vacilaciones de la unidad europea y esperaba que el proceso se acelere en el contexto de las dificultades del invierno. “Será realmente difícil si (la guerra) se prolonga hasta el otoño y el invierno. Así que hay esperanza de que (los ucranianos) pidan la paz”, dijo la fuente.
Ucrania y sus más acérrimos defensores occidentales afirman que no tienen planes de retirarse, y los funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, dicen que hasta ahora no ven señales de que el apoyo a Ucrania vaya a flaquear.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo en un tuit a los ucranianos en su día nacional: “La UE ha estado con ustedes en esta lucha desde el principio. Y lo estaremos mientras sea necesario”.
Con el respaldo de miles de millones de dólares en ayuda militar de Estados Unidos y otros países occidentales, entrenamiento e inteligencia compartida, y con una serie de ataques contra objetivos rusos de alto perfil a sus espaldas, Kiev cree que tiene una oportunidad de cambiar los hechos sobre el terreno.
“Para que las negociaciones con Rusia sean posibles, es necesario cambiar el ‘statu quo’ en el frente a favor de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, dijo Mijailo Podolyak, asesor presidencial ucraniano.
“Es necesario que el Ejército ruso sufra importantes derrotas tácticas”.
Las fuerzas ucranianas frustraron los intentos rusos de capturar la capital, Kiev, y la segunda ciudad, Járkov; han destruido e interrumpido regularmente las líneas de suministro rusas, y hundieron el Moskva, el buque insignia de la Flota del mar Negro de Rusia, además de infligir importantes daños a una base aérea rusa en la anexionada Crimea.
Kiev también lleva tiempo hablando de una gran contraofensiva para retomar el sur, aunque Rusia ha estado ocupada reforzando sus propias fuerzas allí, y no está claro si se materializará ni cuándo.
Precio
El enfrentamiento geopolítico ha llevado los precios de la energía a máximos históricos. La Unión Europea prohibió el carbón ruso y aprobó una parcial de las importaciones de crudo ruso para castigar a Moscú por la “operación militar especial” que lanzó hace exactamente seis meses, el 24 de febrero. Y Rusia asestó su propio golpe, recortando drásticamente las exportaciones de gas a Europa.
Los gobiernos europeos han tratado de aumentar las defensas frente a las presiones energéticas de este invierno buscando suministros alternativos e impulsando medidas de ahorro, pero pocos especialistas creen que puedan cubrir todas sus necesidades.
El Kremlin ha achacado la reducción de los flujos de gas a cuestiones técnicas, a las sanciones occidentales y a la negativa de algunos países a pagar en rublos. Mientras tanto, los ingresos récord del petróleo y el gas siguen engrosando las arcas de Rusia.
La primera fuente cercana a las autoridades rusas dijo que Moscú, en cualquier posible acuerdo de paz futuro, quería consolidar las ganancias territoriales, asegurar toda la región del Dombás y que Kiev se comprometiera a la neutralidad militar.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo que Kiev no aceptaría ninguna propuesta de congelar las líneas del frente actuales para “calmar” a Moscú.
Podolyak, su asesor, dijo que Occidente estaba suministrando a Kiev suficientes armas para “no caer”, pero no lo suficiente para ganar, y añadió que se necesitaba un apoyo mucho mayor.
Los Estados occidentales se han negado a comprometer tropas terrestres en el conflicto y se han abstenido de suministrar parte del material militar porque quieren evitar una guerra más amplia con Rusia, que tiene el mayor arsenal de armas nucleares del mundo.
Funcionarios estadounidenses dijeron que creían que Putin seguía comprometido con su objetivo original de tomar Kiev, pero que no podía lograrlo. Los mismos funcionarios estadounidenses dijeron que no habían visto señales de que los rusos tengan la intención de desescalar y pensaban que la guerra sería larga.
Andrey Kortunov, director de RIAC, un centro de estudios de política exterior cercano al Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, dijo que ninguno de los dos bandos tenía intención de pestañear primero. “Ambas partes aparentemente creen que con el tiempo sus posiciones podrían fortalecerse”, dijo. “Siendo realistas, es muy difícil imaginar que se pueda llegar a un acuerdo político en breve”.
Los dos Ejércitos llevan mucho tiempo enzarzados en una guerra de desgaste, sin que ninguno de ellos haya sido capaz hasta ahora de lograr un avance decisivo.
Enfrentadas a lo que, según la inteligencia occidental, es una grave escasez de mano de obra tras las grandes pérdidas sufridas, las fuerzas rusas sólo han realizado modestos y difíciles avances en el este de Ucrania en el último mes.
Pero cuanto más se prolongue la guerra, mayores serán los riesgos de las divisiones occidentales sobre Ucrania, ya que los precios del combustible, el gas, la electricidad y los alimentos son más altos.
Fuente Ambito