A raíz de las diferencias internas dentro del Frente de Todos, el oficialismo deberá dejar de lado sus planes para suspender las elecciones PASO del próximo año.
A raíz de las diferencias internas dentro del Frente de Todos, el oficialismo deberá dejar de lado sus planes para suspender las elecciones PASO del próximo año.
La derogación de las PASO es impulsada por varios gobernadores y por el kirchnerismo, que pretendía de esa manera mejorar sus chances de vencer en la provincia de Buenos Aires, el principal bastión electoral de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En Casa Rosada reconocen que no cuentan con los votos para plantear la discusión y quieren evitar una dura derrota en el Congreso. El presidente Alberto Fernández, la CGT y los movimientos sociales también se oponen a la suspensión de las elecciones primarias.
Incluso la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner no se ha mostrado demasiado interesada en plantear la discusión. Varios referentes oficialistas ya advirtieron que no van a apoyar un cambio electoral a menos den año de la elección.
- Es el caso del Movimiento Evita, cuya influencia es todavía mayor ya que, además de dirigentes con cargo en el Ejecutivo como los secretarios Fernando “Chino” Navarro (Relaciones con la Sociedad Civil) y Emilio Pérsico (Economía Social), cuenta con dos diputados nacionales, Leonardo Grosso y Eduardo Toniolli, que no se despegan de la estrategia de la fuerza.
Desde el Movimiento Evita defienden la competencia interna y resaltan el caso de la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, y el diputado Toniolli, dos casos testigo de que las primarias les sirvieron para dirimir diferencias internas en el peronismo.
El Frente de Todos tampoco contaría con el voto de la dirigente de Barrios de Pie, Natalia Souto. Lo mismo ocurre con dos amigos del presidente, los diputados Leandro Santoro y Eduardo Valdés. El dirigente de origen radical fue el primero en oponerse y mandó un mensaje interno. “Si hablamos de paz social y de diálogo político, lo peor que podemos hacer es violentar un cambio de las reglas del juego para la próxima elección, porque eso solo va a generar más tensión”, alertó.
De esta manera, al Frente de Todos tendría, de máxima, 111 votos puros. A eso se sumarían los cinco del interbloque de Provincias Unidas (Juntos Somos Río Negro y Frente Renovador de la Concordia de Misiones), un voto del Movimiento Popular Neuquino (Rolando Figueroa) y los tres schiarettistas de Córdoba Federal. Así, el oficialismo quedaría muy lejos de los 129 del quórum y la mayoría absoluta necesaria para retocar la ley, por lo que no le alcanzaría ni siquiera consiguiendo el apoyo de Javier Milei y las otras dos diputadas liberales, Victoria Villarruel y Carolina Píparo.
A esto hay que sumarle la contundente oposición de Juntos por el Cambio, desde donde amenazan con volver a dejar al Gobierno sin Presupuesto 2023 si el kirchnerismo avanza con la suspensión de las PASO.
Fuente MDZ