Por Jorge Tisi Baña
Me gustaría referirme hoy a dos personajes nefastos que han tomado cierta notoriedad en estos últimos días. Una es taty Almeida, quien se perfila como la sucesora mediática de Hebe de Bonafini y el otro es el montonero, ex marino, Julio César Urien, uno de los líderes de la marcha “K” a Lago Escondido.
Lidia Estela Mercedes Miy Uranga, conocida como “Taty” Almeida, es la “Madre” preferida de nuestro presidente y este año cumplirá 93 años. Es hija del teniente coronel de caballería Carlos Vidal Miy y de Alicia Uranga, hermana de Raúl Uranga, quien fuera gobernador de Entre Ríos durante la presidencia del doctor Arturo Frondizi.
El matrimonio Miy – Uranga tuvo además otras tres hijas, todas casadas con oficiales de la Fuerza Aérea, y un hijo, Carlos Vidal Miy Uranga, militar como su padre, que llegó a ser coronel del arma de Ingenieros de nuestro ejército. “Taty” se recibió de maestra y se casó con Jorge Almeida, un compañero de magisterio con quien tuvieron 3 hijos: Jorge, Alejandro y Fabiana. De ellos sólo uno está desaparecido, Alejandro, quien fue un integrante activo del ERP-22 de Agosto.
Alejandro Martín Almeida tenía 20 años, estudiaba medicina en la UBA, trabajaba en Télam y en el área de cartografía del Instituto Geográfico Militar. Fue secuestrado por la “Triple A” en junio de 1975, casi un año antes del golpe de estado. Taty se enteró de la militancia de su hijo después de que hubiera sido secuestrado.
Desde entonces integra “Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora” que preside Nora Cortiñas y se transformó en una activa militante en contra de la “dictadura militar”, que nada tuvo que ver con la desaparición de su hijo, porque éste fue secuestrado en plena democracia por una organización parapolicial clandestina peronista, la “Triple A”, organizada desde la cima del gobierno por elementos del mismo partido político al que ahora ella apoya entusiastamente, cuando aún el peronismo tenía las riendas del poder y la mismísima Estela Martínez de Perón ejercía la presidencia de la Nación. Partido al que supuestamente también pertenece Alberto Fernández.
Resumiendo, una de las señoras que con mayor virulencia ataca a las Fuerzas Armadas y a la “dictadura militar”, proviene de una familia militar y tuvo un hijo militante del ERP que fue secuestrado por una organización parapolicial organizada desde el poder durante un gobierno peronista. Hacia allí debería dirigir ella sus odios y resentimientos.
El otro personaje que nuevamente ha adquirido relevancia mediática en estos días por haber sido uno de quienes encabezaban la marcha hacia Lago Escondido a través de terrenos privados y que fuera oportunamente sacado a rebencazos por los gauchos del lugar, es Julio César Urien.
El 17 de noviembre de 1972, durante el primer regreso de Perón después de diecisiete años de exilio, el entonces guardiamarina Julio César Urien protagonizó un incidente gravísimo en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) cuando, suponiendo erróneamente que Perón sería detenido por el gobierno militar al llegar, tomó la ESMA con su compañía, matando en el hecho al cabo Leonardo Contreras, quien valientemente se negó a abrirle la puerta de la Sala de Armas para permitirles el acceso al armamento. Junto a Urien, formaron parte de la sublevación el teniente de navío Carlos Lebrón, los guardiamarinas Aníbal Acosta, Ricardo Luis Hirsch, Mario Actis y Mario Galli. Todos ellos fueron apresados. Tres semanas después de la muerte del presidente Perón, su sucesora, María Estela Martínez de Perón, dictó un decreto por el cual dispuso la baja obligatoria de los sublevados (que debieron haber sido fusilados acorde con el Código de Justicia Militar).
Liberado el 25 de mayo de 1973 al asumir Cámpora la presidencia, Urien siguió militando en “Montoneros” con el grado de oficial. Junto con Lebrón redactaron el “Manual Militar de Montoneros”, que sirvió para instruir a los militantes sobre la utilización de armas de fuego, la fabricación de bombas caseras en sus diversas variantes y formas de uso. Treinta años después Urien fue reivindicado, ascendido por los Kirchner, y desde entonces revolotea por los pasillos del poder. Fue presidente de Astilleros Río Santiago y actualmente es presidente de la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (Fipca).
Julio César Urien era sobrino del coronel Ernesto Trotz quien, siendo subjefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires en septiembre de 1976, fue víctima de un atentado terrorista perpetrado por Montoneros, quienes detonaron una bomba en su despacho, a consecuencia de cuyo estallido, perdió un brazo.