Por Ezequiel Spillman
El ahora exministro de Seguridad y Justicia porteño, quien renunció esta semana, revela que ya sabe quiénes hackearon su teléfono y que irá por los organizadores. Asegura que los chats difundidos son falsos o están adulterados y plantea: “Todo esto lo montó al kirchnerismo”. Dice que se sintió respaldado por Larreta y que será parte de sus equipos técnicos en campaña.
¿Por qué renunció?
—Tomé la decisión una vez que pude identificar al grupo de tareas que hizo el espionaje a mi teléfono, ya comprobado por la Justicia, que me afectó a mí, a jueces, a fiscales y a otros políticos (como Diego Santilli y Daniel Angelici), y decidí constituirme como querellante. Entiendo que el trabajo que vengo realizando es 24 por 7 y la gestión necesita un 100%, más ahora en campaña, y la verdad es que voy a estar dedicado a esta investigación. Ya sabemos quiénes fueron, ahora queremos saber quién lo ordenó y financió, y quién lo está utilizando. Estos grupos de tareas no se vieron ni en la dictadura. Hay muchos interrogantes. Pero esto le sirvió al kirchnerismo, lo utilizó y lo montó el kirchnerismo por cómo va saliendo, quiénes son los primeros en enterarse. Ahora la investigación arrojó que para hackear y robar el teléfono necesitás tener acceso a bases de datos, una de ellas es del Renaper y el mismo día que me roban la línea hay un usuario que me chequea en el Renaper. Ahora pediré como querellante que determinen quién es ese usuario.
—¿O sea que fue el kirchnerismo el impulsor del espionaje?
—Lo que puedo decir es que todo esto los ayudó a montar esa farsa del juicio político a la Corte y es el único espacio que está explotando esta situación. Nosotros, de las causas judiciales que hubo todas están cerradas y algunas tienen informes técnicos donde se demostró, con un dictamen judicial, que cuando tomaron control del teléfono pudieron adulterar, crear o modificar chats. Hay audios que están cortados y editados, otros que corresponden a otras conversaciones. Se habla de un supuesto empresario que me estaría dando una coima de una licitación que perdió. Es burdo como todo lo que hace el kirchnerismo.
—Si todo es mentira, ¿entonces por qué renunciar?
—No estoy atado a ningún cargo, no vengo a vivir del Estado. Me especialicé en la seguridad, tengo el orgullo de contar con los mejores índices en los últimos 28 años. Lo hice con pasión y hoy no puedo dedicarle un 100%. Pero lo que pasé es una práctica habitual del gobierno kirchnerista: Enrique Olivera, De Narváez y ahora lo está haciendo con esta situación. Todo para poder defender a la jefa, y nosotros no somos lo mismo, no estoy procesado, ni siquiera imputado. Otros condenados siguen aferrados a su cargo.
—¿Por qué cree que fueron contra usted?
—Estaban buscando el vínculo con la Justicia que tenía yo como ministro. El kirchnerismo lo que no controla lo destruye, y hay un sector de la Justicia que no puede controlar. Fueron a buscar a los jueces de la causa Vialidad, a los que revisan las causas, a los fiscales que investigaron y aquellos que desde la oposición teníamos la gestión con la Justicia.
—¿Se sintió respaldado por Larreta?
—Sí, por supuesto. Bajo ningún punto de vista dudé del apoyo de Horacio. Sé que hay muchas versiones pero Horacio si quería me echaba el primer día. La verdad es que confió y aceptó la licencia en el medio de la campaña. Me pidió que lidere los equipos técnicos y no quiere que me aleje, valora lo que hice y lo que hizo el equipo de seguridad. Quiere que volquemos la experiencia en la lucha contra las mafias y el narcotráfico.
—Si Bullrich lo llama, ¿iría a trabajar con ella?
—A Patricia la conozco desde hace mucho tiempo y trabajamos juntos. Más allá del aprecio personal, es una referente de este espacio. Lo importante es mantener la unidad del espacio y, como dice Horacio, la gente va a elegir.
—¿Cree que Larreta será presidente?
—Sí, por supuesto que sí, y creo que es una de las personas más capacitadas para llevar un gobierno adelante.
—¿No piensa que el espionaje a su teléfono fue parte de una campaña contra Larreta también?
—Siempre, cuando atacás a un ministro de un gabinete de una persona presidenciable estás buscando pegarle a esa persona. En realidad, como hace el kirchnerismo, es llevarse puestas las instituciones. Y desde Juntos por el Cambio no lo vamos a permitir.
—¿Quiénes lo sorprendieron con su apoyo? El jueves almorzó con Carrió…
—Tuve el apoyo de todos, Elisa Carrió me apoyó de manera incondicional, Santilli desde el primer momento, Ritondo, Grindetti, Fernán Quirós, Jorge Macri, la propia Patricia, que fue de las primeras, María Eugenia Vidal me mandó unos mensajes muy sentidos.
—¿Qué opina de la designación de Eugenio Burzaco como su reemplazo?
—A Eugenio lo conozco desde hace mucho. En la gestión de Patricia, que es una obsesiva del trabajo, también trabajé con él (era viceministro de Seguridad) y tengo una buena relación. Va a desplegar todo su conocimiento. Además, todo el equipo que viene trabajando se va a quedar y va a seguir trabajando con las mismas ganas y profesionalismo.
—¿Se arrepiente del viaje a Lago Escondido con el Grupo Clarín, jueces y fiscales?
—No, no cometí ningún delito. Había personas que conocí hace 25 años y otras que conocí ahí. Como ministro de Seguridad, ¿qué le puedo dar a Clarín? ¿Un policía en la puerta? Es ridículo. Me pagué mis gastos, está demostrado, presentamos las facturas. Es más grave que la PSA tenga listados para difundir. No fuimos escondidos.
Posible querellante en Lago Escondido
* Alfredo Izaguirre
Con la decisión de la Cámara Federal de Casación de enviar el expediente a Comodoro Py, se aguarda que esta semana se reactive la causa que investiga el viaje de varios jueces, fiscales, empresarios y funcionarios del gobierno porteño a la estancia del magnate británico Joe Lewis ubicada en Lago Escondido.
En ese contexto, no se descarta que posiblemente Marcelo D’Alessandro, también implicado, solicite sumarse como particular afectado.
Es que la Sala I del máximo tribunal penal del país resolvió en una semana la cuestión de competencia trabada por el camarista Eduardo Farah, luego de que el juez federal subrogante de Bariloche, Gustavo Villanueva, se negara a enviar el expediente a Comodoro Py.
La causa cobró fuerza a fines del año pasado, luego de que mediáticamente trascendieron diversos chats entre los participantes del viaje, entre ellos los magistrados Julián Ercolini, Pablo Yadarola y Pablo Cayssials, el fiscal general porteño Juan Bautista Mahiques y el ahora exministro de Seguridad y Justicia de la Ciudad Marcelo D’Alessandro.
A principios de diciembre, el magistrado Yadarola presentó una denuncia para que se investigara la adulteración de dichos mensajes y requirió mediante un planteo de inhibitoria que la causa se investigara en suelo porteño.
Villanueva sustentó su decisión al entender que el expediente debe tramitarse en la misma jurisdicción donde se impulsó la investigación, donde además se dispusieron diversas medidas de prueba y se planteó el interrogante de si dicho viaje fue financiado por los imputados o por terceros.