Más del 20 % de los 9,5 millones de habitantes de Israel participó en las protestas contra la reforma judicial impulsada por el Gobierno, según una encuesta difundida por el Instituto para la Democracia de Israel (IDI).
La cifra de israelíes que han participado en las multitudinarias manifestaciones ha ido en aumento desde que comenzaron hace tres meses y, según el IDI, alcanza ya el 21 % de la población, lo que supone casi 2 millones de personas.
El sondeo reflejó además que tan solo un tercio de la población cree que el movimiento de protesta contra la reforma influyó en la decisión del primer ministro, Benjamín Netanyahu, de aplazar los tramites legislativos hasta al menos el mes de mayo.
Una de las conclusiones más llamativas del estudio publicado hoy es el número de israelíes (41%) que considera muy probable que el actual clima de tensión entre quienes apoyan al Gobierno y su reforma y quienes no, desencadene hechos de violencia similares a los de una guerra civil.
Además, un 57 % de los israelíes cree que el sistema democrático del país enfrenta un serio peligro y un 47 % considera que el Ejecutivo debería tomar en cuenta la postura crítica del Gobierno estadounidense respecto a la reforma judicial.
Esta encuesta llega tras 13 semanas consecutivas de multitudinarias manifestaciones y a una semana de que Netanyahu anunciara el aplazamiento de la reforma para tratar de llegar a un consenso con la oposición, en unas negociaciones auspiciadas por el presidente, Isaac Herzog, que ya han comenzado.
Si bien el anuncio del mandatario ha desencadenado una merma en la cifra de manifestantes, las protestas han continuado desde entonces.
El sábado, unas 450.000 personas se manifestaron en distintos puntos del país contra la ahora paralizada reforma y expresaron su desconfianza respecto a la voluntad real del primer ministro de aprobar una versión consensuada de la medida.
En paralelo, y tras una importante concentración en Jerusalén el lunes de la semana pasada, en los últimos días se ha intensificado el movimiento de protesta entre quienes apoyan la reforma, entre ellos grupos violentos de extrema derecha, elevando el riesgo de posibles enfrentamientos entre ambos bandos.
Estos grupos, que incluyen a muchos seguidores del ala ultraderechista del Gobierno, han convocado una multitudinaria manifestación para finales de mes, con ocasión de la celebración del Día de la Independencia de Israel y en la antesala del comienzo de las sesiones parlamentarias en las que se podría aprobar la reforma.
Esperan congregar a un millón de personas, una cifra a la que no ha llegado el movimiento de protesta prodemocrático contra la reforma, que hasta ahora rozó como máximo los 700.000 asistentes en todo el país hace dos semanas. EFE
Fuente Aurora