
Ciudad de México, México.- De un momento a otro Ángel Dionis Pérez Montolla fue sepultado en vida. En cuestión de segundos pasó de estar trabajando con su brigada en cuestiones de mantenimiento de la termoeléctrica Antonio Guiteras, en Matanzas, a ser enterrado por un derrumbe.
Bajo tierra no podía moverse y se lastimó mucho una de sus piernas. Gritar para pedir auxilio no era una opción pues casa vez que lo hacía caían más escombros sobre él.
El obrero fue el primero en ser rescatado tras el accidente, ocurrido el viernes por la tarde en la termoeléctrica Antonio Guiteras de Matanzas. Pérez narró la angustia que vivió bajo los escombros al medio local Girón.
“Es como estar enterrado vivo, es como estar en un hueco metido y que le echen tierra arriba, o algo peor. Me dio por gritar y grité, y me di cuenta que cuando gritaba el polvo entraba, y dije: ‘Yo no puedo perder el aire que tengo aquí. Yo tengo que calmarme, al menos estoy vivo, no me he muerto”, contó.
En ese momento Ángel oyó que un rescatista se habría paso buscándolos pero desafortunadamente su irrupción coincidió con otro derrumbe en la chimenea de 110 metros de altura de la termoeléctrica.
“Me decía: ‘No te desesperes, que yo te voy a sacar’. Pero no me veía, estaba parado arriba de mí. Y yo fui sacando ladrillo a ladrillo con una mano, y una pala que se me enterró en la pierna, el palo sí sobresalía, pero yo no miraba para arriba, porque el casco se trancó entre la pared y los ladrillos, y gracias a eso no me desnucó”, señaló.
Con mucho esfuerzo Pérez logró sacar un brazo y quitar los ladrillos que aplastaban su cabeza.
“Cuando me quité lo del casco, entró aire. Ya vine a respirar y empecé a gritar”, confesó. La apertura que había hecho con su mano al retirar los ladrillos, le permitió que su voz avanzara más al gritar. Del mismo modo pudo quitarse el casco y lanzarlo al aire para que el rescatista lo ubicara. Ángel cuenta que todo esto lo hizo sufriendo mucho por el dolor en sus piernas.
Finalmente su estrategia dio resultados y el joven lo vio.”Me dijo: ‘Coño, dame la mano, tócame, no te duermas, no te duermas’. Empezó a conmigo a sacar ladrillos, él sacando un ladrillo, yo otro, y yo explicándole: ‘Toca aquí, saca aquí’. Hasta que al final le dije: ‘Si me puedes parar, porque no siento las piernas, yo logro sacar un pie’. Y pa’lante y pa’trás, él me fue quitando los ladrillos, logré sacar un pie y le dije: ‘Tengo una pierna buena, vamos a ver si la otra me responde’. Y me sacó unos ladrillos que tenía ahí y sacó la pierna, me paré, pero las piernas no aguantaron, me caí y me sacaron”, relató.
Pérez se encuentra en el Hospital Faustino Pérez de Matanzas donde se recupera. El paciente fue hospitalizado por presentar trauma craneal simple y luxación de cabeza y radio derecho, lesiones que no representan peligro para su vida.
Posteriormente fue sacado el trabajador Maikel López Navarro, que sufrió fractura de pelvis. Desafortunadamente, ayer sobre las siete de la noche los rescatistas recuperaron el cadáver de Alexis Bernardo Labrada Junco, otro de los cuatro trabajadores que quedaron sepultados tras el derrumbe en la chimenea de la Guiteras.
Un cuarto trabajador permanece sepultado bajo los escombros. Las labores de rescaten fueron detenidas por el momento por peligro de derrumbe.
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Fuente Cubanet.org