Increíble pero cierto, Rivadavia es otra vez la noticia política de la semana en la provincia. En Mendoza y en Casa de Gobierno aún están aturdidos y asombrados por una crisis fuera de control en el departamento del Este, que no pueden terminar de digerir.
La pérdida de una concejal radical y del presidente de la Juventud, quienes se fueron a las filas del actual concejal y ex intendente Ricardo Mansur y su partido Sembrar, fue un sopapo en seco para la UCR y Cambia Mendoza.
Mansur, bien posicionado en las encuestas, sigue ganando influencia, comiéndole piezas al gobierno del intendente Miguel Ronco, que a este paso no lo va a salvar ni un desesperado enroque.
Como ya nos enteramos, la edil Leila Amar y el titular de la Juventud Radical de Rivadavia, Nicolás Torres, dieron el portazo, hartos de no tener voz ni voto en el partido. La crisis de liderazgo generada por el intendente Ronco es indisimulable.
Mucho peor aún, ya no es un conflicto interno, ahora impactó de lleno en la gobernabilidad de Rivadavia, porque con la partida de Amar, la oposición se queda con los dos tercios del Concejo Deliberante y el oficialismo con un papel testimonial.
Con un total de 10 ediles, el nuevo reparto de fuerzas en el HCD queda así: 3 concejales de Cambia Mendoza, 3 del Frente de Todos y 3 de Sembrar. El restante miembro es su presidente, Hernán Amat, quien, aunque es de Cambia, solo vota para desempatar.
Leila Amar se fue tan desilusionada que no tuvo ningún problema en hacer declaraciones, expresadas en el comunicado de Sembrar y cuyo contenido son de una gravedad alarmante para el radicalismo: “Estoy dando un paso que mucha gente quiere dar y no se anima… decido integrar este espacio político porque quiero que la voz de los vecinos sea realmente escuchada”.
La concejal, habla de que nadie en Cambia Mendoza de Rivadavia está a gusto con el actual gobierno comunal de Miguel Ronco y que los vecinos no son la prioridad del intendente.
Por su parte, Nicolás Torres no se quedó atrás. ¡Se va porque no hay protagonismo para los jóvenes del partido! ¡Lo dice el ya ex presidente de la Juventud Radical de Rivadavia, no un militante rebelde y mal dormido!
Mientras, Ricardo Mansur saca chapa y sermonea desde fuera a los dirigentes radicales, casi que los trata de pecadores por “haber desviado el camino de la gestión olvidando sus principios partidarios”.
Ronca calla y su bendecido precandidato a intendente, Mauricio Di Césare, en vez de preocuparse por contener a los que todavía quedan, sale al mejor estilo Cristina a lapidar, sin dar nombres, a los que se fueron. Los acusa de “traidores”, de tener “malas intenciones” y de hacer “juego sucio”.
Es curiosa la acusación, porque Di Césare en 2007 encolumnado detrás de Mansur, fue parte de los radicales que se unieron en la Concertación con el kirchnerismo, y ahí no consideró que estaba traicionando a la UCR. En aquella ocasión, sus actuales aliados se quedaron en el partido centenario, entre ellos el actual jefe comunal.
Ni tampoco se sintió un traidor cuando le hizo una interna en 2015 al intendente que hoy lo bendice. Cosas de la política que ya sabemos todos: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.
Como si fuera poco, Ronco cerró la semana con un fuerte reclamo de su Concejo Deliberante, aprobado por unanimidad. Impulsado por el edil peronista Juan Manuel Villalba el proyecto de resolución, demanda al intendente a que presente el Informe Anual sobre el estado de la Administración Municipal.
Para decirlo corto, la conocida rendición de cuentas que todos los intendentes hacen cada año y que en su mayoría ya hicieron en el mes de marzo, Miguel Ronco aún no la realizó.
Pero si algo le faltaba al finde XXL, es el panfleto que recibieron los vecinos con la foto de Hernán Amat junto a Alfredo Cornejo, confirmando sus aspiraciones a ser intendente, fortaleciendo su imagen con el precandidato a gobernador y tomando distancia del cacique municipal.
Queda poco tiempo para el cierre de listas y las elecciones PASO, pero una eternidad para este nivel de conflicto y descontrol.
La falta de autoridad y conducción de Ronco lo pueden convertir en la cara de la derrota, solo depende de él quién será el próximo intendente.
Fuente Mendoza Today