por José Gregorio Martínez
A propósito de los encuentros entre Petro y Biden en EEUU y entre Arce y Maduro en Venezuela, el analista internacional, Miguel Fierro, sostiene que así como Lula fue el encargado de “lavarle la cara a Chávez”, ahora Petro es quien “le lava la cara a Maduro”; mientras el especialista en economía, Alejandro Fernández, cree que Arce busca en Caracas apoyo económico a cambio de mayor respaldo político
Mientras el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se reunía este jueves en Washington con su homólogo estadounidense, Joe Biden, el mandatario boliviano, Luis Arce, hacía lo propio con Nicolás Maduro en Caracas. Si bien se trató de dos eventos separados, la insistencia de Petro de interceder por su aliado venezolano ante la Casa Blanca para que se le levanten las sanciones demuestra que la izquierda latinoamericana busca reorganizarse y cohesionarse en torno a la figura del exguerrillero del M-19, quien pretende asumir el liderazgo regional, pero ya no desde un bloque de izquierda radical como el Foro de Sao Paulo sino desde el mal llamado progresismo, aunque sin desvincularse del castrochavismo que tanto intentó ocultar durante la campaña, pero una vez en el poder ya acumula tres viajes en menos de siete meses a la capital venezolana.
El “lamentable” pedido de Petro a Biden, como lo calificó el senador republicano Marco Rubio, acaparó el protagonismo en la agenda entre ambos mandatarios. Por el otro lado, Arce parecía buscar en Caracas recuperar el peso político que tuvo su mentor, Evo Morales, quien fue muy cercano al chavismo durante sus mandatos como presidente de Bolivia. Lo cierto es que ambos encuentros parecen girar en torno a la relevancia que estaría recuperando la dictadura venezolana, luego de que Nicolás Maduro estuviera cercado internacionalmente por un par de años desde su ilegitima reelección en 2018 al no ser reconocido por más de 60 países.
Para entender un poco más el contexto, en PanAm Post conversamos con el abogado colombiano y analista internacional Miguel Fierro, quien sostiene que así como el hoy nuevamente presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue el encargado de “lavarle la cara a Hugo Chávez”, ahora Gustavo Petro ha asumido la función de “lavarle la cara a Maduro”; mientras que el ingeniero boliviano con especialidad en economía, Alejandro Fernández, considera que en el caso de Arce, podría estar ofreciendo un respaldo político más cercano al que hubo con Venezuela en tiempos de Morales a cambio de apoyo económico, considerando que Bolivia atraviesa una grave crisis de escasez de divisas y Venezuela ha tomado un respiro en los últimos meses luego de la flexibilización de algunas sanciones por parte del Gobierno de Joe Biden, que es justo lo que Petro busca que se amplíe a un nivel mucho mayor. Aquí analizamos ambos episodios y cómo esta triangulación política entre Petro, Arce y Maduro apunta a una reorganización de la izquierda en la región con el mandatario colombiano asumiendo el liderazgo.
Fuente Panampost